CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL
OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau
TRIBULACIONES
Punto 685. El vendaval de la persecución
es bueno. -¿Qué se pierde?... No se pierde lo
que está perdido. -Cuando no se arranca el árbol
de cuajo -y el árbol de la Iglesia no hay viento ni
huracán que pueda arrancarlo- solamente se caen las
ramas secas... y esas, bien caídas están.
Contrapunto. Los vendavales de la persecución
son siempre malos. Tanto para los perseguidores como para
las víctimas. Aquello de que "la sangre de los
mártires es semilla de cristianos" es más
una frase bonita que real. Si no, dime qué se ha hecho
de aquellas comunidades de cristianos tan florecientes los
primeros siglos en el norte de África. Hay que dar
siempre una oportunidad de reverdecimiento a las ramas aparentemente
secas del árbol de la Iglesia. ¿No recuerdas
la parábola del trigo y la cizaña?
Punto 686. Conforme: aquella persona ha sido mala
contigo. -Pero, ¿no has sido tú peor con Dios?
Contrapunto. No cuesta mucho creer que alguien haya
sido malo contigo; pero, ¿te has portado tú
siempre bien con todos?
Punto 687. Jesús: por dondequiera que has
pasado no quedó un corazón indiferente. -O se
te ama o se te odia. Cuando un varón-apóstol
te sigue, cumpliendo su deber, ¿podrá extrañarme
- si es otro Cristo!- que levante parecidos murmullos de aversión
o de afecto?
Contrapunto. Hay siempre una enorme masa insensible
a los grandes acontecimientos. Ni siquiera Cristo logró
impresionarla. Son los que se quedaron en casa el día
de Ramos y el día de Viernes Santo. No te enfades mucho,
pues, si un sector de gente se queda indiferente -sin odiarlo
y sin amarlo- frente a un apóstol. Es un misterio,
pero así es.
Punto 688. Otra vez...: Que han dicho, que han
escrito...: En favor, en contra...: Con buena, y con menos
buena voluntad...: Reticencias y calumnias, panegíricos
y exaltaciones...: sandeces y aciertos... - Tonto, tontísimo!:
¿Qué te importa, cuando vas derecho a tu fin,
cabeza y corazón borrachos de Dios, el clamor del viento
o el cantar de la chicharra, o el mugido o el gruñido
o el relincho?... Además... es inevitable: no pretendas
poner puertas al campo.
Contrapunto. Si los amigos no pueden olvidarse, menos
todavía los enemigos. Presta atención a sus
manifestaciones, calumnias y ataques y procura defenderte.
Ignorarlos sería fatal.
Punto 689. Se han desatado las lenguas y has sufrido
desaires que te han herido más porque no los esperabas.
Tu reacción sobrenatural debe ser perdonar -y aun pedir
perdón- y aprovechar la experiencia para despegarte
de las criaturas.
Contrapunto. "A perro flaco todas son pulgas",
dice el refrán popular. Cuando alguien te canta las
cuarenta, hasta los amigos se van. Lo que no puedes hacer
entonces -movido por motivos sobrenaturales- es desapegarte
de las criaturas; todo lo contrario. Los amigos te han hecho
un favor, por muy doloroso que sea; te han hecho ver tus defectos,
aquellas actitudes que tu creías buenas y que eran
muy discutibles. La crítica, en vez de hacerte huir,
te ha de adentrar en la realidad.
Punto 690. Cuando venga el sufrimiento, el desprecio...,
la Cruz, has de considerar: ¿qué es esto para
lo que yo merezco?
Contrapunto. Cuando tengas tribulaciones o te veas
atrapado por dificultades, no pienses que "todo"
es debido a tus pecados. Con frecuencia el sufrimiento no
tiene nada que ver con nuestras infidelidades. Éstas
van por otra línea y tienen un horario distinto.
Punto 691. ¿Estás sufriendo una gran
tribulación? -¿Tienes contradicciones? Di, muy
despacio, como paladeándola, esta oración recia
y viril: "Hágase, cúmplase, sea alabada
y eternamente ensalzada la justísima y amabilísima
Voluntad de Dios, sobre todas las cosas. -Amén. -Amén."
Yo te aseguro que alcanzarás la paz.
Contrapunto. La oración no puede servir para
ahorrarte tribulaciones sino para poder afrontarlas serena
y dignamente. Recuerda la pregunta del obispo Torras y Bages
a aquella familia que rezaba una retahíla de padrenuestros
para ahuyentar las peores enfermedades: "¿Me quieren
ustedes decir de qué piensan morir?".
Punto 692. Sufres en esta vida de aquí...,
que es un sueño... corto. -Alégrate: porque
te quiere mucho tu Padre-Dios, y, si no pones obstáculos,
tras este sueño malo, te dará un buen despertar.
Contrapunto. Sufrir en este mundo no es ninguna garantía
para ser feliz en el "otro". Hay dolores y dolores.
Y maneras y maneras de afrontado.
Punto 693. Te duele que no te agradezcan aquel
favor. -Respóndeme a estas dos preguntas: ¿tan
agradecido eres tú con Cristo Jesús?... ¿has
sido capaz de hacer ese favor, buscando el agradecimiento
en la tierra?
Contrapunto. ¿Sabes por qué te duele
que no te agradezcan aquel favor? Porque siempre que tú
has agradecido a alguien algo te has sentido humillado y ahora
tu orgullo quisiera darte una satisfacción. Tienes
que reconocer que ni sabes dar ni recibir.
Punto 694. No sé por qué te asustas.
-Siempre fueron poco razonables los enemigos de Cristo. Resucitado
Lázaro, debieron rendirse y confesar la divinidad de
Jesús. -Pues, no: matemos al que da la vida!, dijeron.
Y hoy, como ayer.
Contrapunto. Es una ingenuidad por tu parte creer
que los enemigos de Cristo son poco razonables. Son muchas
veces rigurosamente lógicos. Estos personajes, ¿van
contra nuestros intereses? Pues a acabar con ellos. Y "esto"
ayer, hoy y mañana. ¿Qué te parece?
Punto 695. En las horas de lucha y contradicción,
cuando quizá "los buenos" llenen de obstáculos
tu camino, alza tu corazón de apóstol: oye a
Jesús que habla del grano de mostaza y de la levadura.
-Y dile: "edissere nobis parabolam" -explícame
la parábola. Y sentirás el gozo de contemplar
la victoria futura: aves del cielo, en el cobijo de tu apostolado,
ahora incipiente; y toda la masa fermentada.
Contrapunto. Cuando la persecución y las dificultades
se amontonan sobre ti, lo normal no es que pienses que te
encuentras identificado con Dios y que por eso te contradicen,
sino que intentes descubrir -recordando las parábolas
de la levadura o del grano de mostaza- dónde radican
tu mal comportamiento y tu mal planteamiento de la realidad.
He conocido hasta obispos que se aferran místicamente
a sufrir su cruz en vez de revisar sus errores de situación
y de mentalidad.
Punto 696. Si recibes la tribulación con
ánimo encogido pierdes la alegría y la paz,
y te expones a no sacar provecho espiritual de aquel trance.
Contrapunto. Cuando las tribulaciones te hacen perder
la paz y la alegría interior, dan más garantía
de sacar de ellas provecho espiritual.
Punto 697. Los acontecimientos públicos
te han metido en un encierro voluntario, peor quizá,
por sus circunstancias, que el encierro de una prisión.
-Has sufrido un eclipse de tu personalidad. No encuentras
campo: egoísmos, curiosidades, incomprensiones y susurración.
-Bueno; ¿y qué? ¿Olvidas tu voluntad
libérrima y tu poder de "niño"? -La
falta de hojas y de flores (de acción externa) no excluye
la multiplicación y la actividad de las raíces
(vida interior). Trabaja: ya cambiará el rumbo de las
cosas, y darás más frutos que antes, y más
sabrosos.
Contrapunto. Cuando los acontecimientos públicos
te han metido en un encierro voluntario, no hacen otra cosa
que ponerte encima del candelero para que seas visto por todos.
Aprovecha el tiempo en estos momentos. No pienses que ya está
todo hecho. Vendrán a buscarte un día y tienen
que encontrarte preparado para que les seas realmente útil.
Punto 698. ¿Te riñen? -No te enfades,
como te aconseja tu soberbia. -Piensa: qué caridad
tienen conmigo! Lo que se habrán callado!
Contrapunto. Cuando te riñen demasiado, no
pienses que se hayan callado todavía cosas contra ti;
al contrario, han podido añadirlas o aumentarlas. Ya
sabes ahora qué cosas tuyas no saben.
Punto 699. Cruz, trabajos, tribulaciones: los tendrás
mientras vivas. -Por ese camino fue Cristo, y no es el discípulo
más que el Maestro.
Contrapunto. Cruz, trabajos, persecuciones... las
tendrás menos que Cristo: el discípulo no es
más que el Maestro; las tendrás más que
Cristo: el discípulo suele ser siempre menos hábil
que el Maestro.
Punto 700. Conforme: hay mucha lucha de fuera y
esto te exime, en parte. -Pero también hay complicidad
dentro -mira despacio- y ahí no veo eximente.
Contrapunto. La lucha de fuera te obliga a tomar partido;
entonces ya no es posible escaparse sin culpa. Las luchas
de fuera no son sino las complicidades interiores puestas
al descubierto.
Punto 701. ¿No has oído de labios
del Maestro la parábola de la vid y los sarmientos?
-Consuélate: te exige, porque eres sarmiento que da
fruto... Y te poda, "ut fructum plus afferas" -para
que des más fruto. Claro!: duele ese cortar, ese arrancar.
Pero, luego, qué lozanía en los frutos, qué
madurez en las obras!
Contrapunto. No hay que excederse en las interpretaciones
evangélicas. En la parábola de la vid y de los
sarmientos no se dice nada de "expurgar"; se dice
simplemente que el sarmiento que no da fruto será "arrancado
y tirado al fuego". Se trata menos de cerrar el paso
que de animar religiosamente todas las actividades propias
del sarmiento -del hombre-. Todas. No sólo aquellas
que unos padres espirituales bien intencionados recomiendan
y creen.
Punto 702. Estás intranquilo. -Mira: pase
lo que pase en tu vida interior o en el mundo que te rodea
nunca olvides que la importancia de los sucesos o de las personas
es muy relativa. -Calma: deja que corra el tiempo; y, después,
viendo de lejos y sin pasión los acontecimientos y
las gentes adquirirás la perspectiva, pondrás
cada cosa en su lugar y con su verdadero tamaño. Si
obras de este modo serás más justo y te ahorrarás
muchas preocupaciones.
Contrapunto. Para tu tranquilidad es preciso que te
diga que los hechos y las personas tienen una importancia
capital. A través de ellos pasa la historia y se manifiesta
el espíritu de Dios. A menudo las tribulaciones son
simples manías interiores disfrazadas de espiritualidad.
No te dejes llevar demasiado por el axioma de la perspectiva
de los acontecimientos, mirándolos siempre por detrás
del cristal de la ventana. Entre dentro del clima de lo que
está en cuestión para sentir su pulso original,-e
inequívoco. Si lo haces así, te ahorrarás
muchos quebraderos de cabeza, lecturas, idas y venidas interminables.
Punto 703. Una mala noche, en una mala posada.
-Así dicen que definió esta vida terrena la
Madre Teresa de Jesús. -¿No es verdad que es
comparación certera?
Contrapunto. "Una mala noche en una mala posada",
dijo Teresa de Ávila que era la vida en la Tierra.
Como puedes ver, los santos son también parciales muchas
veces.
Punto 704. Una visita al monasterio famoso.
-Aquella señora extranjera sintió apiadársele
las entrañas al considerar la pobreza del edificio:
"¿Deben llevar ustedes una vida muy dura, no?"
Y el monje, satisfecho, se limitó a contestar: "Tú
lo quisiste, fraile mostén; tú lo quisiste,
tú te lo ten".Esto, que gozosamente oí
decir a ese santo varón, tengo que decírtelo
a ti con pena, cuando me cuentas que no eres feliz.
Contrapunto. Un extranjero visitó un monasterio
perdido en tierras de Castilla y, viendo la pobreza y austeridad
del edificio y de la vida diaria de los monjes, preguntó:
"Deben de llevar ustedes una vida muy dura, ¿no?".
Y dicen que contestó el fraile: "Tú lo
quisiste, fraile mostén; tú lo quisiste, tú
te lo ten". ¿No crees, querido lector, que estas
fidelidades, por encima de todo y a contrapelo, a un propósito
hecho en un momento discutible y discutido de tu vida pueden
parecerte a querer meter el clavo por la cabeza? Los hombres
somos muy limitados y hemos de estar siempre atentos a las
nuevas exigencias. Las tribulaciones vienen muchas veces por
haber canonizado de manera absoluta un momento relativo de
nuestra vida.
Punto 705. ¿Inquietarte? -Jamás:
que eso es perder la paz.
Contrapunto. ¿Inquietarte? Si no te inquietas
nunca, preocúpate. ¿Quieres decir que no has
cristalizado todavía y te has vuelto de piedra?
Punto 706. Decaimiento físico. -Estás...
derrumbado. -Descansa. Para esa actividad exterior. -Consulta
al médico. Obedece, y despreocúpate. Pronto
volverás a tu vida y mejorarás, si eres fiel,
tus apostolados.
Contrapunto. ¿Te encuentras cansado físicamente?
No es problema alguno. No pienses en el médico. La
segunda parte del trabajo es el descanso, como la sístole
y la diástole del corazón. Si alguien te dice
que te despreocupes y que abandones tus actividades, no le
hagas caso. Reposa, simplemente, y vuelve a empezar. Ya ves
si es sencilla la fidelidad.
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