CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL
OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau
LUCHA INTERIOR
Punto 707. No te turbes si al considerar las maravillas
del mundo sobrenatural sientes la otra voz -íntima,
insinuante- del hombre viejo. Es "el cuerpo de muerte",
que clama por sus fueros perdidos... Te basta la gracia: sé
fiel y vencerás.
Contrapunto. No simplifiques infantilmente las tensiones
entre el "hombre viejo" y las maravillas del mundo
sobrenatural. Ya sabes que nos encontramos sumergidos en un
proceso de secularización y esto quiere decir también
la voz íntima, insinuante, de lo que se creía
"hombre viejo", son derechos indestructibles del
hombre nuevo. La gracia no lo es todo, amigo.
Punto 708. El mundo, el demonio y la carne son
unos aventureros que, aprovechándose de la debilidad
del salvaje que llevas dentro, quieren que, a cambio del pobre
espejuelo de un placer -que nada vale-, les entregues el oro
fino y las perlas y los brillantes y rubíes empapados
en la sangre viva y redentora de tu Dios, que son el precio
y el tesoro de tu eternidad.
Contrapunto. Es una simplificación infantil
creer que el mundo, el demonio y la carne, como seres vivos,
pretenden invadir nuestro interior. "No es lo que viene
de fuera lo que mancha al hombre -lo dijo claramente Cristo-,
sino lo que sale del hombre". La maldad no está
fuera ni lejos de nosotros: somos nosotros mismos. No creas
en aventureros extraños que te quieren engañar.
Eres tú mismo el que te engañas cuando traicionas
tu fe.
Punto 709. ¿Oyes? -En otro estado, en otro
lugar, en otro grado y oficio harías mucho mayor bien.
- Para hacer lo que haces no hace falta talento!... Pues yo
te digo: donde te han puesto agradas a Dios..., y eso que
venías pensando es claramente sugestión infernal.
Contrapunto. ¿Que hace tiempo piensas que en
otro estado, en otro lugar, en otro grado y oficio harías
mucho mayor bien? Piénsalo detenidamente y mide el
riesgo que afrontas. Si crees que todavía estás
a tiempo, lánzate a él. No siempre donde te
han puesto tus padres o tus superiores está el lugar
que Dios te tenía previsto. Más vale tarde que
nunca.
Punto 710. Te apuras y entristeces porque tus Comuniones
son frías, llenas de aridez. -Cuando vas al Sacramento,
dime: ¿te buscas a ti o buscas a Jesús? -Si
te buscas a ti, motivo tienes para entristecerte... Pero si
-como debes- buscas a Cristo, ¿quieres señal
más segura que la Cruz para saber que le has encontrado?
Contrapunto. ¿Te apuras y entristeces porque
tus comuniones son frías y llenas de aridez? Me jugaría
cualquier cosa a que piensas que la comunión sacramental
es un encuentro entre Cristo y tú solo. ¿Cómo
quieres vibrar humanamente si te falta el cuerpo de la comunidad
viva, íntimamente unida, con la que compartir fraternalmente
la vida de Dios? ¿No sabes que la comunión,
al margen de la reunión de fe, no tiene sentido alguno?
La vida del cristiano o es comunitaria o no es nada. Tu sequedad
espiritual puede ser muy bien una prueba de tu aislamiento
y de tu individualismo.
Punto 711. Otra caída... y qué caída!...
¿Desesperarte?... No: humillarte y acudir, por María,
tu Madre, al Amor Misericordioso de Jesús. -Un "miserere"
y arriba ese corazón! -A comenzar de nuevo.
Contrapunto. ¿Has caído más hondo
que nunca? A veces hay que llegar hasta el fondo -como en
la piscina- para remontarse hasta la superficie. Lo que importa
es sentir que Cristo nos salva mucho más de lo que
el pecado nos destroza. ¿No recuerdas aquello de san
Agustín: "Feliz culpa..."?
Punto 712. Muy honda es tu caída! -Comienza
los cimientos desde ahí abajo. -Sé humilde.
-"Cor contritum et humiliatum, Deus, non despicies".
-No despreciará Dios un corazón contrito y humillado.
Contrapunto. ¿No te ha dado nunca qué
pensar el hecho de que muchos de los grandes santos han sido
primero unos granujas redomados? ¡Es tan difícil
saber si lo que nos sucede nos perjudica o nos favorece! No
se trata de comenzar de nuevo sino de continuar.
Punto 713. Tú no vas contra Dios. -Tus caídas
son de fragilidad. -Conforme: pero son tan frecuentes esas
fragilidades! -no sabes evitarlas- que, si no quieres que
te tenga por malo, habré de tenerte por malo y por
tonto.
Contrapunto. Tienes que ver claro: no sólo
existe el pecado en lo que consideras una caída, sino
en lo que tienes como acto de virtud. El pecado lo llevamos
dentro y dejamos rastro de él por todas partes. De
la misma manera es muy ingenuo no querer admitir culpa alguna
en las caídas que provienen de nuestra fragilidad.
¿Quién es el guapo que se tiene por bueno en
esta situación?
Punto 714. Un querer sin querer es el tuyo, mientras
no quites decididamente la ocasión. -No te quieras
engañar diciéndome que eres débil. Eres...
cobarde, que no es lo mismo.
Contrapunto. No juegues con palabras diciendo que
más que débil eres cobarde. ¿No es acaso
el cobarde débil? Huir de la ocasión es una
pura situación de emergencia, pero no resuelve el problema.
Hay que vencer la ocasión, que éste es el objetivo.
Punto 715. Esa trepidación de tu espíritu,
la tentación, que te envuelve, es como una venda sobre
los ojos de tu alma. Estás a oscuras. -No te empeñes
en andar solo, porque, solo, caerás. -Ve a tu Director
-a tu superior- y él hará que oigas aquellas
palabras de Rafael Arcángel a Tobías: "Forti
animo esto, in proximo est ut a Deo cureris" -Ten ánimo,
que pronto te curará Dios. -Sé obediente, y
caerán las escamas, caerá la venda de tus ojos,
y Dios te llenará de gracia y de paz.
Contrapunto. Cuando la tentación te ronda por
dentro es como si te cerrasen los ventanales y te quedases
a oscuras. El calor de la amistad y la confidencia te pueden
traer de nuevo la luz y alejarte la obsesión. ¿Ves
cómo es necesaria la comunión fraternal para
mantenernos fieles? En cambio, el superior o el director,
que te aconsejan por oficio, tienen el inconveniente de la
distancia o del desnivel, y demasiadas veces no pueden quitarte
la sensación y la realidad de tu soledad.
Punto 716. No sé vencerme!, me escribes
con desaliento. -Y te contesto: Pero, ¿acaso has intentado
poner los medios?
Contrapunto. La gracia salva, lo que no quiere decir
que lo pueda todo. En ocasiones no consigue que el hombre
escape de la culpa. De otro modo habría santos químicamente
puros, y no sé si hay muchos de éstos.
Punto 717. Bienaventuradas malaventuras de la tierra!
-Pobreza, lágrimas, odios, injusticia, deshonra...
Todo lo podrás en Aquel que te confortará.
Contrapunto. Sentirse identificado con el espíritu
de Cristo, o muy cercano de él, nos ayuda a soportar
las injusticias, las calumnias, los odios y las persecuciones.
Pero de esto a calificar de bienaventuradas estas malaventuras
de la Tierra hay una distancia insalvable. Las cosas son como
son. Y las malas no pueden ser buenas jamás.
Punto 718. Sufres... y no querrías quejarte.
-No importa que te quejes -es la reacción natural de
la pobre carne nuestra-, mientras tu voluntad quiere en ti,
ahora y siempre, lo que quiera Dios.
Contrapunto. Quejarse mucho del sufrimiento es una
reacción estéril ante los hombres y ante Dios.
No lo hagas en tu vida. Es un modo de alejarse del prójimo
y de rechazar la voluntad de Dios.
Punto 719. Nunca te desesperes. Muerto y
corrompido estaba Lázaro: "jam foetet, quatriduanus
est enim" -hiede, porque hace cuatro días que
está enterrado, dice Marta a Jesús. Si oyes
la inspiración de Dios y la sigues -"Lazare, veni
foras!" - Lázaro, sal afuera!-, volverás
a la Vida.
Contrapunto. Nuestra fe nos obliga a desechar la desesperación
radicalmente. Pero esto no significa que un día salgas
de tu situación miserable. La resurrección de
Lázaro no se repite "ahora", se repetirá
"después". Y este "después"
nos impide desesperarnos "ahora".
Punto 720. Que cuesta! -Ya lo sé. Pero,
adelante!: nadie será premiado -y qué premio!-
sino el que pelee con bravura.
Contrapunto. Nadie ha dicho que ser fieles a la fe
sea cosa de coser y cantar, pero haz el favor, no busques
la fuerza en la compensación de la otra vida como si
fuera un premio; búscala en el interior de la misma
honradez, que tiene bastante peso específico para mantenerte
dentro del camino recto. De lo contrario, cualquier no creyente
nos llevaría ventaja.
Punto 721. Si se tambalea tu edificio espiritual,
si todo te parece estar en el aire..., apóyate en la
confianza filial en Jesús y en María, piedra
firme y segura sobre la que debiste edificar desde el principio.
Contrapunto. Cuando se tambalee tu edificio espiritual,
no hagas como el niño muerto de miedo, que se esconde
bajo las sábanas para huir de los fantasmas. En estos
casos apoyarse en la confianza filial en Jesús y María
es más un subterfugio que un refugio verdadero. Revisa
tus fundamentos de fe, que aquí está la causa
de tu tambaleo.
Punto 722. La prueba esta vez es larga. -Quizá
-y sin quizá- no la llevaste bien hasta aquí...
porque aún buscabas consuelos humanos. -Y tu Padre-Dios
los arrancó de cuajo para que no tengas más
asidero que El.
Contrapunto. Cuando la verdad se te pone por delante
y te bloquea el paso de modo que no tienes dónde ocultar
tus consuelos humanos y tus intereses secretos, no es que
tu Padre Dios te juegue la mala pasada de espiarte y de cogerte
in fraganti como los desconfiados, sino que tu sinceridad
ha decidido terminar de una vez con los disimulos y los juegos
sucios.
Punto 723. ¿Que te da todo igual? -No quieras
engañarte. Ahora mismo, si yo te preguntara por personas
y por empresas, en las que por Dios metiste tu alma, habrías
de contestarme, briosamente!, con el interés de quien
habla de cosa propia. No te da todo igual: es que no eres
incansable..., y necesitas más tiempo para ti: tiempo
que será también para tus obras, porque, a última
hora, tú eres el instrumento.
Contrapunto. Dices que todo te da igual, y lo creo.
Hay momentos en nuestra vida en los que estamos tan desengañados
de las personas y de las cosas que habíamos considerado
como nuestros, que recomenzar la vida en la Patagonia sería
para nosotros un aliciente y una esperanza. Así de
desprestigiados nos sentimos. ¡Somos incansables en
huir de nosotros mismos! Todo lo nuevo nos encandila porque
nos lleva de cara afuera y es un buen pretexto para distraernos
y aplazar el enfrentamiento con nuestra propia condición.
El hombre no es un puro instrumento, es objetivo principal
de todas las actividades y de todos los compromisos.
Punto 724. Me dices que tienes en tu pecho
fuego y agua, frío y calor, pasioncillas y Dios...:
una vela encendida a San Miguel, y otra al diablo. Tranquilízate:
mientras quieras luchar no hay dos velas encendidas en tu
pecho, sino una, la del Arcángel.
Contrapunto. ¿Que tienes una vela encendida
a Dios y otra al diablo en tu pecho, y que esto te intranquiliza?
Tienes que aceptar este desgarramiento. La condición
del hombre es como la del vietnamita, que nace en la guerra
y en ella muere de viejo. Ignorar o perder de vista esta tensión
entre el pecado y la gracia es propio de panolis.
Punto 725. El enemigo casi siempre procede así
con las almas que le van a resistir: hipócritamente,
suavemente: motivos... espirituales!: no llamar la atención...
-Y luego, cuando parece no haber remedio (lo hay), descaradamente...,
por si logra una desesperación a lo Judas, sin arrepentimiento.
Contrapunto. Importa mucho que entiendas que el arrepentimiento
de nuestros malos pasos regenera nuestro espíritu,
y para esto siempre estamos a tiempo. Casi te diría
que la desesperación del mismo Judas fue más
un arrepentimiento -desencajado, claro- que un suicidio.
Punto 726. Al perder aquellos consuelos humanos
te has quedado con una sensación de soledad, como pendiente
de un hilillo sobre el vacío de negro abismo. -Y tu
clamor, tus gritos de auxilio, parece que no los escucha nadie.
Bien merecido tienes ese desamparo. -Sé humilde, no
te busques a ti, ni busques tu comodidad: ama la Cruz -soportarla
es poco- y el Señor oirá tu oración.
-Y se encalmarán tus sentidos. -Y tu corazón
volverá a cerrarse. -Y tendrás paz.
Contrapunto. Cuando el hombre se encuentra solo a
causa de sus fidelidades interiores es cuando más acompañado
está por la Verdad. Se hace uno cruces viendo la fuerza
que llega a darnos. Claro que son dolorosos los esguinces.
Pero no les hagas demasiado caso. Se curan solos. Bastante
tenemos con soportados. Amarlos sería aberrante.
Punto 727. En carne viva. -Así te encuentras.
Todo te hace sufrir en las potencias y en los sentidos. Y
todo te es tentación... Sé humilde -insisto-:
verás qué pronto te sacan de ese estado: y el
dolor se trocará en gozo: y la tentación, en
segura firmeza. Pero, mientras, aviva tu fe; llénate
de esperanza; y haz continuos actos de Amor, aunque pienses
que son sólo de boca.
Contrapunto. Estás abierto como una llaga viva
frente a las inclemencias del tiempo. Te engañaría
diciéndote que muy pronto te arrancarán de este
estado y que el dolor se convertirá en gozo. Los procesos
de maduración son lentos, como lo es el remontar niveles
de conciencia. Se trata de resistir por un lado: El hombre
es un animal de costumbres y acaba por acostumbrarse al mismo
mal. Persiste en el bien a pesar de todo. Deja que el bien
haga de molde y te estructure. Un día te sentirás
maduro.
Punto 728. Toda nuestra fortaleza es prestada.
Contrapunto. Toda nuestra fortaleza nos viene de dentro.
La tenemos que construir nosotros mismos.
Punto 729. Oh, Dios mío: cada día
estoy menos seguro de mí y más seguro de Ti!
Contrapunto. ¡Dios mío!, me doy cuenta
que cuanto más seguro estoy de mí, más
seguro me siento de Ti.
Punto 730. Si no le dejas, El no te dejará.
Contrapunto. Si tú le dejas, El no te dejará
jamás.
Punto 731. Espéralo todo de Jesús:
tú no tienes nada, no vales nada, no puedes nada. -El
obrará, si en El te abandonas.
Contrapunto. No está bien esperarlo todo de
la salvación de Jesucristo. Cristo nos salva de la
culpa. ¿Te parece poco? Los otros problemas tienen
ya sus propios medios de solución. Al César
lo que es del César.
Punto 732. Oh, Jesús! -Descanso en Ti.
Contrapunto. ¡Jesús, que no descanse
en tu costado!
Punto 733. Confía siempre en tu Dios. -El
no pierde batallas.
Contrapunto. Confía siempre en los hombres.
Es el único camino de tener confianza en Dios. Dios
aislado no resiste.
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