Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Contrapuntos al camino del Opus Dei
Índice del libro
Prólogo
Carácter
Dirección
Oración
Pureza
Corazón
Mortificación
Penitencia
Examen
Propósitos
Escrúpulos
Presencia de Dios
Vida sobrenatural
Más de vida interior
Tibieza
Estudio
Formación
El plano de tu santidad
Amor de Dios
Caridad
Los medios
La Virgen
La Iglesia
Santa Misa
Comunión de los Santos
Devociones
Fe
Humildad
Obediencia
Pobreza
Discreción
Alegría
Otras virtudes
Tribulaciones
Lucha interior
Postrimerías
La voluntad de Dios
La gloria de Dios
Proselitismo
Cosas pequeñas
Táctica
Infancia espiritual
Vida de infancia
Llamamiento
El apóstol
El apostolado
Perseverancia
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CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau

MÁS DE VIDA INTERIOR

Punto 301. Un secreto. -Un secreto, a voces: estas crisis mundiales son crisis de santos. -Dios quiere un puñado de hombres "suyos" en cada actividad humana. -Después... "pax Christi in regno Christi" -la paz de Cristo en el reino de Cristo.

Contrapunto. Las crisis mundiales no son sólo crisis de santos. Cuando hay crisis, los santos -si los hay, como en el año de la muerte de Cristo en Palestina- son sacrificados. No creas mucho en la paz de Cristo establecida aquí en la Tierra. Aquí tendremos que vivir siempre en tensión... y esto no lo podrán evitar siquiera un puñado de "hombres de Dios" en cada actividad humana. Entre otras cosas, porque todos los hombres son de Dios, y fuera presunción desmedida creérselo sólo unos cuantos. Este orgullo descabellado es bastante para provocar una crisis de golpe y porrazo.


Punto 302. Tu Crucifijo. -Por cristiano, debieras llevar siempre contigo tu Crucifijo. Y ponerlo sobre tu mesa de trabajo. Y besarlo antes de darte al descanso y al despertar: y cuando se rebele contra tu alma el pobre cuerpo, bésalo también.

Contrapunto. Como buen cristiano, debieras quitar el crucifijo de tanto sitios donde está sólo como elemento decorativo... y es un escarnio. Vale mucho más que te sientas modesta pero vitalmente entregado en su sacrificio salvador.


Punto 303. Pierde el miedo a llamar al Señor por su nombre -Jesús- y a decirle que le quieres.

Contrapunto. Respeta estas formas de religiosidad para las que Jesús es en gran parte una palabra mítica, devocional y enajenante, pero no las compartas.


Punto 304. Procura lograr diariamente unos minutos de esa bendita soledad que tanta falta hace para tener en marcha la vida interior.

Contrapunto. La vida lleva consigo la soledad. ¡Cuánta gente sola en medio de una ciudad populosa o de una aldea diminuta, luchando con el vacío de su soledad! Procura compartir comunitariamente tu vida civil y religiosa.


Punto 305. Me has escrito: "La sencillez es como la sal de la perfección. Y es lo que a mí me falta. Quiero lograrla, con la ayuda de El y de usted." -Ni la de El ni la mía te faltará. -Pon los medios.

Contrapunto. ¿Quieres un medio para lograr la sencillez? Pon al desnudo tu orgullo y tu vanidad. Si te respetan es por tu dinero, que necesitan, o por tu poder, que temen, y no porque valgas un real, melón. ¿No ves que la gente, en el fondo, te está tomando el pelo?


Punto 306. Que la vida del hombre sobre la tierra es milicia, lo dijo Job hace muchos siglos. -Todavía hay comodones que no se han enterado.

Contrapunto. Hay gentes -pobre gente- que creyéndose sondeadores de interioridades humanas todavía no han descubierto que en el corazón del hombre existen unas ansias profundas de paz, y hablan constantemente de guerra, citando frases del Antiguo Testamento.


Punto 307. Ese modo sobrenatural de proceder es una verdadera táctica militar. -Sostienes la guerra -las luchas diarias de tu vida interior- en posiciones, que colocas lejos de los muros capitales de tu fortaleza. Y el enemigo acude allí: a tu pequeña mortificación, a tu oración habitual, a tu trabajo ordenado, a tu plan de vida: y es difícil que llegue a acercarse hasta los torreones, flacos para el asalto, de tu castillo. -Y si llega, llega sin eficacia.

Contrapunto. En tu marcha hacia la perfección no emplees método alguno que pueda tener paralelo con la táctica. Todo lo que está tocado de militarismo se deshace humana y cristianamente. La guerra intenta destruir el alma con un mal mayor todavía. Y el cristiano ha de vencer el mal con la sobreabundancia de bien. Como puedes ver, son métodos tan iguales, que no se parecen en nada.


Punto 308. Me escribes y copio: "Mi gozo y mi paz. Nunca podré tener verdadera alegría si no tengo paz. ¿Y qué es la paz? La paz es algo muy relacionado con la guerra. La paz es consecuencia de la victoria. La paz exige de mí una continua lucha, sin lucha no podré tener paz".

Contrapunto. Aún hay insensatos -cristianos también-, que afirman con desenfado que la paz es consecuencia de la victoria, algo muy relacionado con la guerra. ¿Es que no habrán leído nunca que la paz es sólo "obra de la justicia"? ¿ Cómo es posible que la paz sea el resultado de matanzas atroces y de la derrota de alguien? Nada más lejos de la paz que la victoria o la derrota.


Punto 309. Mira qué entrañas de misericordia tiene la justicia de Dios! -Porque en los juicios humanos, se castiga al que confiesa su culpa: y, en el divino, se perdona. Bendito sea el santo Sacramento de la Penitencia!

Contrapunto. Mira -otra vez- qué paradoja: el justo siempre lleva las de perder, no se salva ni uno ni medio. Ni Cristo. En cambio, ladrones y asesinos -a veces son la gente "honorable"- se piran muchas veces de la justicia.


Punto 310. "Induimini Dominum Jesum Christum" -revestíos de Nuestro Señor Jesucristo, decía San Pablo a los Romanos. -En el Sacramento de la Penitencia es donde tú y yo nos revestimos de Jesucristo y de sus merecimientos.

Contrapunto. "Revestíos de Nuestro Señor Jesucristo", decía san Pablo a los romanos. "Cuando visitabais a los presos, a Mí me visitabais, cuando dabais una gota de agua, a Mí me lo dabais" ¿Estás en condiciones de revestirte de Cristo y de necesitar que te lleven de comer y beber? ¿Estás en condiciones de humillarte, de ir, incluso, a la cárcel?


Punto 311. La guerra! -La guerra tiene una finalidad sobrenatural -me dices- desconocida para el mundo: la guerra ha sido para nosotros... -La guerra es el obstáculo máximo del camino fácil. -Pero tendremos, al final, que amarla, como el religioso debe amar sus disciplinas.

Contrapunto. La guerra es la destrucción de todos los valores humanos, no digamos de los cristianos. Quien diga que la guerra tiene una finalidad sobrenatural es un inconsciente y representa un peligro público para la sociedad eclesial y para la civil. Estos tipos han confundido los términos. La verdad no se puede defender matando sino muriendo, que es totalmente diferente.


Punto 312. Poder de tu nombre, Señor! -Encabecé mi carta, como suelo: "Jesús te me guarde".-Y me escriben: "El Jesús te me guarde! de su carta ya me ha servido para librarme de una buena. Que El les guarde también a todos".

Contrapunto. Ocurría en un pueblecito de España: cuando el altavoz del campanario lanzaba sobre los tejados y hacía entrar por las ventanas el "Dios te salve María", algunos de sus habitantes comenzaban a protestar. Vive tu fe, que tus actos la hagan visible. Pero no hagas ostentación de ella. Podrías desprestigiarla.


Punto 313. "Ya que el Señor me ayuda con su acostumbrada generosidad, procuraré corresponder con un "afinamiento" de mis modos", me dijiste. -Y yo no tuve nada que añadir.

Contrapunto. Cuando los negocios te vayan bien, haz el favor de no pensar que el Señor te ayuda con su acostumbrada generosidad. No lo hagas cómplice de tus intereses y egoísmos. Habría mucho que decir aquí.


Punto 314. Te escribí, y te decía: "me apoyo en ti: tu verás qué hacemos...!" - Qué íbamos a hacer, sino apoyarnos en el Otro!

Contrapunto. No pienses que puedes conectar con Dios directamente. A Dios lo encontrarás de verdad apoyándote en tus hermanos -"Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos"-, no prescindiendo de ellos como si tuvieras hilo directo con Dios.


Punto 315. Misionero. -Sueñas con ser misionero. Tienes vibraciones a lo Xavier: y quieres conquistar para Cristo un imperio. -¿El Japón, China, la India, Rusia..., los pueblos fríos del norte de Europa, o América, o Africa, o Australia? -Fomenta esos incendios en tu corazón, esas hambres de almas. Pero no me olvides que eres más misionero "obedeciendo". Lejos geográficamente de esos campos de apostolado, trabajas "aquí" y "allí": ¿no sientes - como Xavier!- el brazo cansado después de administrar a tantos el bautismo?

Contrapunto. ¡Misionero! Las cosas han cambiado. El estado de cristiandad ha desaparecido. Los sacerdotes ya no pueden dividirse en escogidos y enviados. Unos esperando a los feligreses en el templo y otros predicando en los países extranjeros. Ha llegado la hora de que la Iglesia entera tome una actitud de misión y pierda su ancestral redentorismo. España no es menos un país de misión que otro cualquiera del mundo.


Punto 316. Me dices que sí, que quieres. -Bien, pero ¿quieres como un avaro quiere su oro, como una madre quiere a su hijo, como un ambicioso quiere los honores o como un pobrecito sensual su placer? -¿No? -Entonces no quieres.

Contrapunto. El querer humano no es como una bala disparada; tiene retroceso de desánimo y frenazos de duda. Sólo los locos son rectilíneos: el avaro por el dinero; el sensual por el placer; el ambicioso por los honores. Los momentos de desilusión son normales. Piensa que continúas "queriendo", a pesar de los desánimos.


Punto 317. Qué afán ponen los hombres en sus asuntos terrenos!: ilusiones de honores, ambición de riquezas, preocupaciones de sensualidad. -Ellos y ellas, ricos y pobres, viejos y hombres maduros y jóvenes y aun niños: todos igual. -Cuando tú y yo pongamos el mismo afán en los asuntos de nuestra alma tendremos una fe viva y operativa: y no habrá obstáculo que no venzamos en nuestras empresas de apostolado.

Contrapunto. Si es cierto que gran número de personas, viejos y jóvenes, hombres y mujeres, ricos y pobres, se entretienen tontamente con nonadas, no lo es menos que grandes multitudes tienen el corazón abierto a la esperanza y alimentan, a contracorriente de las bienaventuranzas oficiales, grandes ideales de verdad y de justicia. Éstos son más que aquéllos; si no, el mundo. No marcharía adelante. Cuando te encuentres cercado de memos y de lerdos, continúas no estando solo contra la mentecatería reinante. Desde el Vietnam a Alabama; pasando por eL Congo y por París, el fuego rabioso de unas calorías vitales mantiene y robustece tu fe en los hombres y
en Dios.


Punto 318. Para ti, que eres deportista, qué buena razón es esta del Apóstol!: "Nescitis quod ii qui in stadio currunt omnes quidem currunt, sed unus accipit bravium? Sic currite ut comprehendatis" -¿No sabéis que los que corren en el estadio, aunque todos corren, uno sólo se lleva el premio? Corred de tal manera que le ganéis.

Contrapunto. Para el buen deportista lo de menos es ganar. Lo . importante es poner en juego todas las posibilidades de una manera limpia. He aquí el camino de tu ascenso hacia Dios. No se trata de descalificar olímpicamente a los menos dotados, sino de poner en juego el talento de cada uno. Las cosas realmente grandes están al alcance de todas las fuerzas, no sólo de los superdotados. No te consideres nunca primero delante de Dios. Serías un necio.


Punto 319. Recógete. -Busca a Dios en ti y escúchale.

Contrapunto. Ábrete a los cuatro vientos. Busca a Dios por todos los parajes. Está en todas partes. ¿Puedes ser más libre?


Punto 320. Fomenta esos pensamientos nobles, esos santos deseos incipientes... -Un chispazo puede dar lugar a una hoguera.

Contrapunto. Te extraña tener pensamientos innobles y deseos inconfesables? Es. muy posible que de ellos salga -como del estiércol- el calor de una nueva vida. Oye, ¿has oído hablar de Carlos de Foucauld?


Punto 321. Alma de apóstol: esa intimidad de Jesús contigo, tan cerca de El, tantos años!, ¿no te dice nada?

Contrapunto. Me dice más mi vida marginada de Cristo vivo dentro de la Historia que mis intimidades con Él durante muchos años.


Punto 322. Es verdad que a nuestro Sagrario le llamo siempre Betania... -Hazte amigo de los amigos del Maestro: Lázaro, Marta, María. -Y después ya no me preguntarás por qué llamo Betania a nuestro Sagrario.

Contrapunto. Esta bendita manía de poner nombres evangélicos -Betania, Nazaret, etc.- a lugares concretos, si es por un lado prueba de una voluntad de ser plenamente cristiano, es por otra la confesión de una verdadera pequeñez evangélica. Se quiere llenar con palabras el vacío de contenido. ¡Ojo!


Punto 323. Tú sabes que hay "consejos evangélicos". Seguirlos es una finura de amor. -Dicen que es camino de pocos. -A veces, pienso que podría ser camino de muchos.

Contrapunto. Los consejos evangélicos -contra la opinión de mucha gente pía- no son para unos escogidos, ni para todos y cada uno. Hasta para ti y para mí, que nos sentimos rebotados de los sacros cenáculos de la virtud oficial.


Punto 324. "Quia hic homo coepit aedificare et non potuit consummare!" -comenzó a edificar y no pudo terminar! Triste comentario, que, si no quieres, no se hará de ti: porque tienes todos los medios para coronar el edificio de tu santificación: la gracia de Dios y tu voluntad.

Contrapunto. "Comenzó a edificar y no pudo rematar". En verdad, que es un triste comentario. La pena es que no hay ni uno que no se lo merezca. Los que se ven retratados por él son precisamente los más santos. No pierdas de vista tu debilidad, no vaya Dios a huir de tu vida.

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