GUÍA PARA PADRES
SOBRE EL OPUS DEI
(Amplio extracto)
Autor: J. J. M. Garvey
La guía completa se puede adquirir
en EEUU, en la dirección:
http://www.odan.org/spanish_information.htm
PRÓLOGO DEL TRADUCTOR
En septiembre de 1962 -cuando aún no había
terminado el bachillerato- solicité la admisión
en el Opus Dei como Socio Numerario (o sea con dedicación
plena). Veintidós años después, en 1984,
me decidí a salir de la institución. Y, contra
todo lo que me dijeron para que desistiera de mi decisión,
soy felíz. Tengo la dicha de tener una vida -ahora
sí, normal, dedicada a mi familia y a ejercer mi profesión.
Durante todos esos años me dediqué en cuerpo
y alma a vivir el espíritu del Opus Dei. Fruto de mi
celo proselitista, tengo en mi haber varios numerarios, dos
de los cuales son sacerdotes (uno ya fallecido) y otros que
todavía están como laicos, aunque varios de
ellos siguieron mi mismo camino y ya no están dentro.
Ocupé por muchos años cargos de gobierno y
de formación en diversos países. Conviví
algunos años con el Fundador en Roma y allí
estaba cuando falleció: no sólo fui testigo
privilegiado, sino protagonista, de todo lo que ocurrió
en esos días de junio de 1976.
Por todo esto, y por muchas razones más, puedo decir
con certeza que conozco a fondo el Opus Dei. Pero aun así,
me salí. Me salí porque el Opus Dei se me quedó
pequeño. Nunca pude satisfacer dentro mis aspiraciones
en la vida. Me ahogaba. Me hacía falta el oxígeno
de la libertad, a pesar de que tanto se predica dentro. Continúo
luchando por alcanzar mis aspiraciones naturales y sobrenaturales,
pero en un ambiente de libertad que nunca antes imaginé,
y sin necesitar para nada del Opus Dei para crecer interiormente.
Ya han pasado más de diez años desde que me
salí. No fue fácil. Veintidós años
son muchos años -una vida entera- y, aun así,
cuando me decidí a salir, me dejaron solo y sin dinero.
Simplemente dejé de existir para ellos. Ya no les importé
más. Pero no les guardo rencor: así son ellos,
así viven la caridad cristiana.
Durante estos años he podido madurar serenamente mi
juicio sobre esta institución. No sé si algún
día me decida a escribir lo mucho que tengo que decir,
pero cuando llegó este pequeño análisis
del Opus Dei a mis manos decidí colaborar con su difusión
traduciéndolo al castellano. Avalo todo lo que en él
se dice; mucho de lo que aquí está escrito yo
mismo lo practicaba.
Se podría decir mucho más, ampliando lo que
en este folleto se dice. Juzgo necesario poner en guardia
a los padres de familia engañados en su buena fe que,
tratando de salvar a sus hijos de un ambiente degradante en
la sociedad, terminan perdiéndolos de todas maneras
en el Opus Dei.
Mi experiencia ha sido confirmada por la de muchos otros
ex socios con los que me he puesto en contacto, no sólo
en mi país, donde he localizado a más de un
centenar, sino en otros países. Ojalá esta publicación
sirva para dar a conocer una institución que está
haciendo mucho daño a muchas personas, a pesar de las
aprobaciones y bendiciones eclesiásticas que ha recibido
o, mejor dicho, conseguido, y para poner en guardia a otras
que están siendo atraídas, en su inocencia o
buena fe, a sus actividades.
Quiero agradecer a todos aquellos que me ayudaron a realizar
este trabajo pero que, por humildad, no desean que sus nombres
sean mencionados.
Carlos Alex Olivares
Ciudad de Guatemala, mayo de 1995.
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