SABOTAJE
EN LA 'FÁBRICA DE SANTOS'
Kenneth Woodward sostiene que la beatificación
de Escrivá es irregular en cinco aspectos
PERU EGURBIDE, - Roma
EL PAÍS - Última - 28-04-1992
Kenneth Woodward, católico practicante según
dijo ayer en Roma, responsable de temas religiosos en la revista
norteamericana Newsweek, considera que la beatificación
de Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del
Opus Dei, prevista para el próximo 17 de mayo, plantea
al menos cinco aspectos "indudablemente discutibles"
en relación con las normas procesales vigentes. Woodward
es un estudioso del nuevo procedimiento en materia de canonizaciones,
que describe en su libro La
fábrica de santos.
En primer lugar, señaló, "sabemos que
algunos miembros del Opus Dei han solicitado a obispos y sacerdotes
el envío de cartas al Papa en apoyo a la causa, en
clara violación del requisito de que estas cartas sean
remitidas, espontáneamente, establecido en el canon
2.077. "¿Ha habido coerción?", se
pregunta. "Sabemos que muchos obispos, especialmente
en España, se han negado", responde él.
Woodward señala además que la prelatura personal
afirma haber recibido unas 6.000 cartas de este tipo, al menos
un tercio de ellas de obispos. Y mientras el canon citado
establece que los obispos que las remitan deben haber conocido
personalmente al beato, la propia documentación del
proceso atestigua que Escrivá conoció a sólo
128 obispos.
La segunda irregularidad está, según Woodward,
en los testimonios. De las 2.101 páginas del proceso
que los recogen, 839 corresponden a las declaraciones del
confesor y sucesor de Escrivá, Álvaro del Portillo,
y de Javier Echevarría, brazo derecho de éste.
Tan sólo dos páginas se dedican al testimonio
del sociólogo español Alberto Moncada, el único
contrario, que fue desestimado.
Considera también anómala la votación
de los consultores o jueces del tribunal eclesiástico.
Por un lado, señala, entre ellos había un solo
español, cuando la práctica habitual es que
la mayoría de los consultores sea de la misma nacionalidad
que el aspirante a beato. Por otro, dijo Woodward, el Opus,
que ha sostenido que se votó por unanimidad hasta que
se han conocido las actas del proceso, decidió, básándose
en una regla de 1986 no publicada, excluir del acta los dos
votos negativos registrados, de modo que éstos "no
fueron comunicados ni a los cardenales, ni a los obispos de
la congregación, ni al Papa".
El voto negativo del único juez español, el
director del Instituto de Estudios Religiosos Monserrat, Justo
Fernández, explicó Woodward, se basaba precisamente
en la falta de testimonios contrarios.
En la documentación del proceso, señala en
cuarto lugar el periodista de Newsweek, se sostiene sin pruebas
que Escrivá de Balaguer no tuvo ninguna significación
política o económica precisa, y no se incluyen
apenas documentos sobre las relaciones del Opus con Gobiernos
de Franco.
La celeridad del proceso, afirma por último Woodward,
no procede de la reforma procesal de 1983, sino del "poder,
dinero e influencia de una organización que tiene la
confianza del Papa y relaciones insólitamente íntimas
con la Congregación para la Causa de los Santos".
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