Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
OPUS DEI: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Prensa libre
Inicio
Quiénes somos
Correspondencia
Libros silenciados

Documentos internos del Opus Dei

Tus escritos
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
Sobre esta web (FAQs)
Contacta con nosotros si...
Homenaje
Links

ENTREVISTA A JUAN JOSÉ TAMAYO ACOSTA, Teólogo

Texto: Mariló Hidalgo
Fuente: Revista Fusion. Diciembre 2002.

-En un artículo publicado en El País (16-8-01) explica como el Opus Dei se ha ido situando en la cúpula de la Iglesia y acaparando los principales puestos de responsabilidad. ¿La actual dirección de la Iglesia como institución está en manos del Opus Dei?

-Yo creo que sí y a todos los niveles. Primero en la cúpula, sin duda ninguna, porque tanto el Secretario de Estado, Eduardo Martínez Somalo, que fue nuncio en Chile y apoyó abiertamente la dictadura de Pinochet, es un hombre muy afín al Opus Dei. Y junto a él Navarro Valls, que es el Portavoz del Vaticano. Y un portavoz en el Vaticano no es sólo la persona que da la cara y transmite, sino que es quien crea la información, y la elabora en función de la propia estrategia del Vaticano. Los portavoces no hablan sobre el resultado de un consejo de cardenales o de obispos, sino que van fijando las grandes líneas de la Iglesia Católica que quieren que se sepan ante la opinión pública. Son estrategas, más que portavoces.

-Se ha dicho que el Opus Dei ha ido ganando posiciones en el Vaticano gracias a que en su día ayudó a tapar importantes agujeros económicos. ¿Fue sólo eso o hubo más cosas?

-En la parte económica yo no puedo entrar porque la desconozco. Hubo rumores sobre los apoyos que pudo prestar, tanto para aliviar los déficits del Vaticano como para la financiación de determinadas organizaciones o movimientos, como Solidaridad en Polonia. Como digo, esto está dentro del ámbito del rumor, y aunque es verosímil, porque ellos se mueven con bastante agilidad en el mundo de las finanzas, yo no puedo dar fe ni tengo datos. Independientemente de que hayan llevado a cabo apoyos económicos para soportar determinadas infraestructuras o superestructuras vaticanas, lo que sí es cierto es que en este momento se encuentran en los lugares claves de la Iglesia y además con importantes influencias en las cúpulas de las iglesias nacionales. Piense por ejemplo en América Latina, donde cada vez están copando más poder. El ejemplo de Perú es uno de los más claros, ya que el arzobispo de Lima, el Cardenal Cipriani, es un miembro confeso del Opus Dei, y ha sido nombrado Cardenal en un ascenso meteórico. Yo creo que está marcado como el futuro presidente de la Conferencia Episcopal, con una fortísima influencia en todo el país. Además es un Cardenal que cuenta con el rechazo generalizado del pueblo, ya que estuvo muy vinculado a Fujimori. El Opus Dei en América Latina es ahora mismo uno de los frentes de contención de la Teología de la Liberación.

-¿Por qué tienen esa fijación por terminar con la Teología de la Liberación?

-Porque la Teología de la Liberación se mueve en una óptica totalmente contraria, su perspectiva es la opción por los pobres, por los excluidos y por los marginados. Y en este caso concreto eso tiene rostro y es la opción por los indígenas, por las culturas negadas, las religiones destruidas, las mujeres marginadas. Claro, el Opus Dei se mueve más bien en el ámbito de las élites y todo aquello que sea liberación de los sectores excluidos, choca frontalmente con la influencia que ellos quieren mantener a través de instancias del poder político, económico o social.

-¿Me podría explicar el porqué de posturas tan arcaicas como la concepción de la familia, el sexo, la mujer...?

-Hace unos días me informaron de que el Opus Dei había entrado en el campo de la teología feminista, y a mí me extrañó. Unas amigas teólogas feministas que viven en San José de Costa Rica me enseñaron algunos libros y me contaron que habían ido a varias presentaciones de obras del Opus Dei sobre el feminismo, así que por interés en el tema quise analizar el contenido de esos libros. Efectivamente, pude comprobar que hacen un resumen muy bueno de las tendencias actuales, pero la segunda parte es para criticarlas con una gran severidad, desde la perspectiva de la ortodoxia teológica actual. Lo que hacen con esos intentos de aproximación a las nuevas reflexiones feministas es reafirmar sus posiciones tradicionales en contra del control de la natalidad, a favor de la familia unida, en contra del divorcio y todas esas manifestaciones de pluralismo dentro de las relaciones de familia y de pareja. Su objetivo es reforzar las posiciones más tradicionales.

-En el citado artículo habla de la presencia de la Obra en puestos de responsabilidad del Vaticano, y también de la cúpula religiosa de nuestro país. ¿Qué presencia tiene en el mundo de la economía y las finanzas? ¿Hasta dónde extiende su red?

-Ese mundo, por el momento, resulta desconocido para mí. No quiero hablar al respecto al carecer de información. Pero por el eco que ese artículo ha tenido posteriormente, me han notificado que cada vez su presencia es mayor en este mundo. Como no soy experto no quise aventurarme, aunque es posible que vuelva a trabajar de nuevo el tema a partir de las informaciones que estoy recibiendo y recabando. Tenga en cuenta que soy un teólogo, y aunque conozco el mundo de las finanzas, no lo suficiente como para poder avanzar propuestas verificables empíricamente. Aunque no me cabe la menor duda de que esa presencia no ha cedido, sino que cada vez es más fuerte y poderosa.

-¿Y mayor en lugares donde hay poder y dinero?

-Al Opus Dei no le importa en ningún caso la lucha contra la exclusión y la marginación social, porque el origen de esta institución es el mundo de la élite, tanto la cultural como la política, económica, religiosa y social. Así que es una consecuencia bastante lógica y coherente que ejerza también el poder dentro de esos ámbitos. Luego lo compensa con colegios o grupos ubicados en zona más marginales, pero dentro de esos proyectos de educación lo que transmiten es una posición claramente elitista.

-Cuando se formó el anterior equipo de gobierno popular, sonaron nombres pertenecientes a la Obra, que al final quedaron a cargo de determinados ministerios.

-Sí, cuando acceden al poder determinadas fuerzas políticas de línea conservadora, ellos intentan hacerse presentes y copar espacios en aquellos ámbitos donde pueden ejercer una influencia relevante, como es el campo de la educación, la justicia o el mundo empresarial. En el ámbito universitario, por ejemplo, se nota su huella de manera especial, aunque intentan recubrirlo y compensarlo con una aparente presencia en ámbitos más depauperados, pero siempre con ese espíritu de insolidaridad de clase para liberar a los grupos más selectos, valga la aparente contradicción, a los más despiertos dentro de ese mundo y sacarlos de ahí y ubicarlos en los espacios de poder para ejercer esa influencia. Yo creo que el mundo universitario sigue siendo de los más deseados por ellos.

-Después de sus investigaciones, ¿cómo me definiría al Opus Dei?

-Resulta difícil, porque una cosa es la definición a partir de los propios documentos fundacionales o de sus textos y otra es la definición a partir de sus prácticas. Yo creo que el Opus Dei es una organización religiosa que opera en el corazón mismo del poder de la iglesia católica y tiene como objetivo mantener una línea de influencia en los sectores más importantes donde se juega la organización de la sociedad, tanto en el sector político como económico, social y cultural. Su objetivo es ocupar los espacios más importantes de poder para poner el cristianismo al servicio de esas instancias de dominación. En ese sentido me parece una organización que contribuye de manera poderosa al mantenimiento de unas estructuras de dominación y a un mundo de marginación y exclusión social.

-Precisamente hablando de cristianismo, ¿qué tiene esto que ver con el mensaje de Cristo y todo lo que denuncia la Teología de la Liberación?

-Efectivamente, ésa es la clave fundamental de toda esta conversación. Hay dos grandes tendencias dentro del cristianismo: la tendencia originaria que sintoniza con el movimiento de Jesús, que es un movimiento al servicio de los sectores más marginados de su tiempo: los pecadores, las prostitutas, los pobres, los excluidos, la gente que vive fuera de la ley. Esa tradición del cristianismo profético y liberador es continuada por esos movimientos críticos, populares, de lucha contra el sistema. Y por otra parte está esta otra tendencia que ha convertido al cristianismo en sistema. Y el sistema es una estructura de poder que pretende mantener el control del mayor número de ámbitos de la sociedad por la vía de la dominación. Y todo aquello que perjudique o desestabilice al sistema es considerado heterodoxo. Yo creo que el Opus Dei se sitúa plenamente en el corazón del sistema y es una de las piezas clave que refuerzan el buen funcionamiento del sistema eclesiástico, con esa estructura de mando que va desde el Papa hasta el último creyente que recibe las órdenes del sacerdote, del director espiritual, del religioso o la religiosa que está dentro de esa cadena de mando; y a través del cual el Vaticano consigue que impere su voluntad, que muy poco tiene que ver con el espíritu de opción por los pobres y oprimidos del evangelio.

-Supongo que por eso, por sus libros y sus críticas, se ha ganado a pulso el calificativo de "niño malo".

-Yo me posiciono dentro de la primera tendencia del cristianismo, como un movimiento profético que trabaja por la eliminación de las causas de la opresión y en defensa de los pobres y de los marginados. Y ahí mi apuesta es por las causas perdidas, que yo creo que en su momento van a triunfar, pero cuando triunfen esas causas van a seguir manteniéndose otras por las que seguir trabajando. El cristianismo nunca puede ser una religión de triunfadores ni de ganadores, sino una experiencia religiosa de perdedores, y los perdedores en la historia siempre se van a dar. Por tanto nunca me encontrarán a mí subido al carro del poder, cualquiera que éste fuere, porque sé que todo poder que se erija en defensor de la causa de los marginados al final termina por defenderse a sí mismo. En este caso es el Opus Dei, pero seguro que seguirán dándose estos grupos, estas organizaciones que, creyéndose que están al servicio de Dios, en el fondo sirven al sistema. ?

(La Santa Intransigencia ha decidido a traves de su organo ejecutor, la "Sagrada" Congregacion para la Doctrina de la FE, prohibir a JJ Tamayo acosta ejercer su profesion de teologo catolico. Oh !! sagradas coicidencias ...)

Arriba

Volver a Recortes de prensa

Ir a la página principal

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
OPUS DEI: ¿un CAMINO a ninguna parte?