SE
PUEDE SALIR ADELANTE FUERA DEL OPUS DEI
M.C.C., ex numeraria auxiliar, 15 de septiembre
de 2004
Es la primera vez que acceso a su página y quisiera
contribuir con lo que a mi me ha tocado vivir en los 10 años
que pasé dentro del Opus Dei como numeraria auxiliar.
Quiero comenzar diciendo que en lo absoluto guardo rencor,
resentimiento o tristeza, aprendí muchas cosas y lo
agradezco.
Yo conocí la Obra en una escuela, llegué a
los 15 años y a los 16 pedí la admisión,
ahora sé que lo hice mas deslumbrada por todo lo que
veía que por saber lo que estaba haciendo, comenzaron
a pasar los años y con ellos apareció la realidad
de la vida, no voy a contar mi historia completa, solo lo
que creo se podría repetir con alguien mas y hacerle
el mismo daño que a mi.
En general el concepto de numeraria auxiliar se traduce en
persona pobre o de escasos recursos que se dedica a las labores
de la casa, concepto del cual se derivan mil cosas, menos
derechos, menos privilegios, mas trabajo, limitaciones, ¿como
cuáles? Nuestra ropa, cualquiera que tiene contacto
con auxiliares las puede identificar perfectamente en la calle
por como van vestidas, incluso y no es nada nuevo, quien no
ha hecho el comentario alguna vez al ver a una mujer por la
calle parece auxiliar o numeraria y eso no era
precisamente porque fuera vestida como las demás.
En los últimos meses dentro escuchaban mis conversaciones
telefónicas, me espiaban por medio de otras auxiliares
o le preguntaban a las que salían de paseo conmigo
de que habíamos hablado y que habíamos hecho.
Un año antes a mi papá lo operaban de una pierna,
posiblemente se la amputarían, y como es lógico
yo pedí estar con él en el hospital ese día,
la respuesta fue (textual) no hay quien se quede en
su lugar en el lavadero y además su papá no
se va a morir. Creo que recibí mas comprensión
de parte de las mismas auxiliares que me decían que
me fuera con mi papá, que ellas me podían cubrir
perfectamente bien, pero eso sí, al poco tiempo de
decir que me iba llegó la ayuda económica para
mi familia que tanto les hacia falta desde hacia mucho tiempo
y yo ya podía ir a visitarlos cuando quisiera o cuantas
veces fueran necesarias.
Yo me pregunto, ¿por qué los medios se ponen
cuando uno ya rebasó su propio limite?, ¿por
qué se esperan hasta que tienen la famosa carta en
la mano para darse cuenta de que una persona ya no puede más?
Yo nunca fui de las personas que se quejaran porque la enviaban
a un centro u otro, a una zona de trabajo u otra. Solamente
cuando ya me había planteado la posibilidad de salirme
quise poner los medios que yo creía que podían
servirme, entre ellos alejarme de las personas que me estaban
haciendo daño y acercarme a una labor apostólica
fuerte, pero no me creyeron y después de un año
decidí que no podía continuar en un lugar donde
ponían en duda mi sinceridad y mi propio criterio.
Si realmente se interesaran en las personas, en cada una,
en conocerlas de verdad, en ser HERMANAS, con cariño
no con caridad fría y protocolaria, entonces otra cosa
sería. El colmo fue que por los días en que
ya había decidido irme y por la misma tensión
en que ya me encontraba mi salud se vio afectada y como siempre
me llevaron con una doctora que es supernumeraria y casualmente
me felicitó y le dio gracias a Dios por haberme dado
la vocación de numeraria auxiliar porque mi columna
estaba muy mal y de haber querido tener hijos hubiera puesto
en riesgo mi propia vida y la del posible bebé... Sí,
claro, como no, como si no supiera qué son las numerarias
auxiliares las que mas trabajo físico desempeñan
y si algo tenemos que conservar en perfecto estado es precisamente
la columna... Gracias a Dios todavía quedan buenos
médicos que si dicen la verdad. Y a modo de postre,
por las circunstancias de mi familia, que se supone conocían
bien, yo no podía regresar a ser una carga para ellos,
necesitaba un trabajo y un lugar donde vivir y lo único
que se les ocurrió para mi fue colocarme de empleada
en la casa de alguna supernumeraria. Obviamente que no acepté,
no es verdad como nos lo repetían en muchas charlas
que al llegar a Casa no estábamos haciendo nada
que no haríamos si no fuéramos de la obra
MENTIRA. Si hay algo que ni mis padres (q.e.p.d.) ni yo hubiéramos
tomado como opción para trabajar seria precisamente
como empleada doméstica, y no porque lo desprecie,
pero yo tengo capacidad para algo más que eso.
Que quede claro que quienes están en la obra como
numerarias auxiliares no es porque no tengan la suficiente
capacidad de tener un grado universitario o porque, como piensan
muchos y muchas, todas sean pobres indias bajadas del cerro.
Todo lo contrario, es una vocación de verdadero sacrificio
y renuncia, ya que no se está renunciando a cosas materiales
solamente sino a la propia superación profesional,
porque aunque muchas puedan estudiar la secundaria o la preparatoria
y tengan el deseo y la capacidad para continuar, nunca podrán
ejercer otro trabajo que no sea el de la administración,
al menos no por ahora.
Gracias a Dios y como prueba de que Él no piensa igual
que las personas, soy muy feliz, y lo digo de verdad, me casé,
tengo una hija hermosa y todo marcha súper bien, claro
con las pruebas que Dios va poniendo en la vida matrimonial
que son las normales, pero estoy totalmente convencida de
que Dios es comprensión y es el más maravilloso
de los Padres. Lo digo por si alguien piensa que se va a condenar
si se sale o que su vida fuera será un infierno. LA
VIDA ES LO QUE CADA UNO QUIERE QUE SEA, y no lo que otros
digan. Llevo una vida cristiana normal, un trato con Dios
normal y constante y realmente sé que Él está
conmigo, pero lo más importante de todo es que sí
se puede ser feliz fuera de la Obra y mucho.
Me despido y espero que a alguien le sirva conocer parte
de mi historia, sobre todo si alguien duda de poder salir
adelante solo, sin un director o un sacerdote detrás.
Sí se puede porque El que es importante nunca te va
a dejar.
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