PREJUICIOS
E INCOHERENCIAS DEL OPUS
JOSÉ ANTONIO
1. Prejuicios del opus contra la Iglesia
(27-5-2004)
2. Prejuicios del opus contra ciertas personas
(27-5-2004)
3. El galimatías de los 'aspirantes'
(28-5-2004)
4. La Boda, la Periodista, el Opus, y
el beso (28-5-2004)
5. La perversión del lenguaje
(30-5-2004)
6. Pues ahora... que se espere
(30-5-2004)
7. Concreción de la vocación
en virtud del dinero (30-5-2004)
8. Lecciones de caridad para la Iglesia
(30-5-2004)
9. La Opus marca distancias con "los
demás", incluso con la Santa Sede. (11-6-2004)
10. ¿Volverá el numerario?
(24-6-2004)
11. Las 'marcas' de la opus (2-7-2004)
12. Negar la realidad (5-7-2004)
13. Ellos, la crisis y el reglamentito
(11-7-2004)
14. Vocación divina versus experiencia
(12-9-2004)
15. Cooperadores (1.10.2004)
16. ¿Vocación de aristócrata?
(8.11.2004)
17. Una familia muy rara (19.12.2004)
Prejuicios del opus contra la Iglesia.
En el vademecum
de los consejos locales del opus dei se establece
la siguiente norma:
Necesitan dispensa para solicitar la Admisión
las personas que se hayan vinculado a una orden, congregación
o instituto religioso o secular; quienes hayan llegado a recibir
al menos, los ministerios previos al diaconado; los hijos
de padres que fueron religiosos o sacerdotes. (pág.
13).
Y a renglón seguido se explica que también
necesitan dispensa los candidatos que hayan sido enviados
por su familia a un seminario o escuela apostólica
a estudiar algún curso de primera enseñanza
o enseñanza media (pag. 13). Para solicitar ésta
dispensa se requiere
-a) que el candidato fuera enviado allí por su familia,
-b) que el tiempo de estancia fuera breve, no más de
2 cursos,
-c) que no le haya quedado ninguna costumbre o hábito
que no se acomode completamente al espíritu de la Obra,
y
-d) que hayan transcurrido al menos 2 años desde que
salió de allí.
Creo que están claros los prejuicios que subyacen
en éstas normas. No obstante, merece la pena hacer
un resumen y un breve comentario.
En resumen, el opus considera que no puede admitir como socios,
en principio:
1º) a los que se hayan vinculado a una orden, congregación
o instituto religioso o secular,
2º) a los que hayan llegado a recibir los ministerios
previos al diaconado,
3º) a los hijos de padres que fueron religiosos o sacerdotes,
y 4º) a los que hayan estudiado más de 2 años
de enseñanza primaria o media en un seminario o escuela
apostólica.
En mi opinión éstas normas ponen de relieve
que el opus tiene prejuicios contra la Iglesia, sus órdenes,
congregaciones o institutos religiosos, o seculares, sus seminarios,
y sus escuelas apostólicas.
Y es que la opus....no es como los demás....
Prejuicios del opus contra ciertas personas
Según el vademécum de consejos locales la opus
no puede admitir en su institución, en principio (salvo
dispensa o permiso), a los hijos de cualquiera...
1º/ Es el caso (antes señalado) de los hijos
de padres que fueron religiosos o sacerdotes (pág.
13)
2º/ También es el caso de los hijos ilegítimos
(para ser numerario/a o agregado/a) (pág. 15).
3º/ Y también es el caso de los hijos adoptivos
(salvo que sean hijos legítimos y naturales de un matrimonio,
adoptados por otro matrimonio, y siempre que se conozca bien
a los padres naturales) (pág. 16).
Con ello se ponen de relieve prejuicios contra las personas
por razones religiosas o de nacimiento... haciendo cargar
a los hijos con los supuestos pecados de sus padres...
El opus con esto prejuzga a quien fue religioso o sacerdote,
por el simple hecho de haber dejado de serlo... pues le dan
igual los motivos ni la eventual secularización...
Y proyecta ese prejuicio sobre la persona de sus hijos...
Asímismo el opus prejuzga a los padres que tuvieron
un hijo fuera del matrimonio, por ese sólo hecho...
sin considerar ninguna otra circunstancia... Y proyecta ese
prejuicio contra el hijo...
En una ocasión escuché a un buen profesor de
Universidad comentar que es injusto tachar a los hijos de
ilegítimos... que, en todo caso, los
ilegítimos serían los padres.... Y creo
que tenía razón.
El galimatías de los aspirantes.
En el vademécum de los consejos locales se dice:
Las personas que a partir de los catorce años
y medio, deseen pedir la Admisión, sólo podrán
solicitarla como aspirantes..."
"Los aspirantes no pertenecen jurídicamente
a la Obra..."
"...ellos corresponden con esfuerzo para asimilar
bien el espíritu de la Obra, y para consolidar en sus
almas la disposición de entrega total a Dios, porque
<<de hecho>> hay este acuerdo mutuo...
Comenzaré el análisis de éste galimatías
(lenguaje oscuro por la impropiedad de la frase o por la confusión
de las ideas) señalando que a esas edades ningún
niño normal desea espontáneamente
pedir la Admisión, ni en el Opus ni en ningún
otro sitio donde le le exijan una entrega total a Dios, porque
eso va contra la naturaleza de las cosas... contra el don
natural de la libertad... incluso contra los instintos...
Un niño/a de esa edad que espontáneamente,
sin previo acoso, inducción o coacción, deseara
pedir la Admisión en el opus, sería un buen
caso para la investigación psiquiátrica...
Por tanto, como el opus no cuenta la película entera,
sino sólo las escenas de la película que le
interesan, hemos de ser los ex socios del opus los que alertemos
de lo que realmente ocurre.
Y lo que ocurre es que un niño/a de esa edad sólo
deseará pedir la Admisión en el opus tras haber
sido tratado, inducido o coaccionado
(mediante lo que llaman santa coacción)... durante
bastante tiempo.
Ya tenemos a ese niño/a deseando pedir
la admisión en el opus...
El Opus no puede admitirle porque las leyes de la Iglesia
(el Código de Derecho Canónico) no lo permiten,
dada su corta edad... Y esto es un problema muy serio para
el opus, porque la labor de captación la realiza principalmente
a esa edad inmadura.
¿Cómo soluciona el opus el problema legal
para cumplir con las leyes de la Iglesia?. Pues
realizando un cumplo y miento de la legalidad,
de manera que, por una parte se afirma que el aspirante no
pertenece jurídicamente a la Obra (aquí está
el cumplo), pero, por otra parte se afirma que
de hecho existe un acuerdo mutuo entre
el aspirante y la Obra (aquí está el miento),
de manera que el aspirante está de hecho
comprometido con la Obra.
El pobre aspirante no tiene ni idea del plan
que el opus diseñó y ejecutó para captarlo...
posiblemente no le digan siquiera que jurídicamente
no es del opus dei... y aunque se lo digan, no lo entenderá...
porque sólo cuando sea mayor, o cuando estudie Derecho,
estará en condiciones de entender la diferencia entre
una situación jurídica (de derecho, legal) y
una situación fáctica (de hecho)... Lo que sí
le dejarán claro es que se ha comprometido a una entrega
total a Dios, en el Opus Dei.
¡Qué pena me dan esos niños!
Si alguno necesita ayuda... ¡Qué disparate!...
Quiero decir... que si alguno llega a darse cuenta de que
necesita ayuda... nosotros podemos ayudarle.
La Boda, la Periodista, el Opus,
y el beso.
Hablaba Pilar Urbano (periodista y numeraria) en la televisión,
al día siguiente de la boda del Príncipe, y
se deshacía en halagos hacía la Princesa Leticia...
una mujer decía- que sabe lo que es el sacrificio...
que ha renunciado a su carrera y a sus proyectos personales...
en beneficio de la Corona y de España...
Antes o después diría Pilar (yo no lo oí
porque cambié de cadena) lo que comenta Camino
del no beso... o sea, que ha sido un
beso elegante y no de bailar un chotis.
Pues, puede ser... pero a mí me pareció extraño...
me pareció falto de naturalidad que no se dieran un
casto beso en los labios, como la mayoría de los novios
de España... porque en España los novios no
se besan en la cara sino en la boca... y no son besos de bailar
un chotis... son los besos normales.
También me pareció extraño que Pilar
Urbano, numeraria de la opus, halagase con tanto entusiasmo
a la Princesa, que, como todo el mundo sabe, es divorciada...
algo muy normal en la sociedad actual y que a mí no
me escandaliza en absoluto, me da igual, pero resulta que
al opus no le da igual, y posiblemente a Pilar Urbano tampoco...
Entonces ¿por qué tanto halago?.
No sé... éstas cosas dan qué pensar...
sobre el poder y sobre el dinero... y sobre las personas y
las instituciones que halagan a quienes tienen poder y a quienes
tienen dinero... aunque los halagados hagan cosas que los
halagadores detestan.
Digo esto porque el opus considera que haberse divorciado
es un hecho personal que impide la Admisión en el opus
(Vademecum de los
Consejos Locales, pág. 14), lo que supone que
el opus no admite divorciados, y que, en consecuencia, no
admitiría a la Princesa...
...¿O haría una excepción con la Princesa...?
No sé... no sé.... divorciados no, gracias...
pero... ¿y la Princesa?...
LA PERVERSIÓN DEL LENGUAJE
La perversión de las ideas da lugar con frecuencia
a la perversión del lenguaje. Y esto ocurre también
en el opus.
Leo el Vademécum
de los Consejos Locales, en su comienzo
(1. Discernimiento de la vocación) y observo que dice
cosas que no se ajustan a la realidad que yo viví.
Pero no me extraña, porque en el opus existe una perversión
del lenguaje que impide confiar en la literalidad de lo que
se dice y obliga a revisar constantemente si las palabras
que se utilizan al explicar algo significan lo mismo
que para todo el mundo o si, por el contrario, significan
lo que los del opus han decidido que signifiquen de
puertas para adentro.
Eso explica el hecho de que el Vademécum esté
redactado en términos que parece que hubiera una cola
de gente a las puertas del opus que espontáneamente
quisieran entrar en la institución... porque supuestamente-
sienten su posible vocación... pretenden
venir a la Obra..., y desean solicitar la Admisión...
Parece que tuvieran que decir... GUARDEN COLA, POR
FAVOR...
Y no es esa la realidad.
LA REALIDAD es que la gente tratada por los chicos/as
de la opus, espontáneamente no siente vocación,
ni pretende entrar en la opus ni desea solicitar la Admisión.
Lo que siente, sin duda alguna, es la INCANSABLE PERSECUCIÓN
PROSELITISTA, el acoso, la inducción y la coacción.
De manera que cuando alguien solicita la Admisión,
en general, ya no lo hace con libertad sino agotado
de tanto huir, física y psicológicamente de
los del opus y del supuesto mensaje divino según el
cual o entras o le estás dando la espalda a Dios...
Cualquiera que haya sido del opus ha podido apreciar la mencionada
perversión del lenguaje, los dobles significados incluso
contradictorios- y los significados especiales que el opus
atribuye a algunas palabras para uso interno.
Por ejemplo, dentro del opus la palabra COACCIÓN
fue de las primeras que se pervirtió, porque previamente
se había pervertido su significado. El concepto de
coacción dejó de entenderse como un atentado
contra la libertad de las personas, y adquirió la bondad
de una virtud: La santa coacción... con la que el opus
pasa por encima de la libertad de las personas y, partiendo
de una interpretación evangélica poco clara
obligadlos a entrar...- las obliga a hacer
cosas que no quieren mediante una coacción psicológico-religiosa
convenientemente orquestada, y de la que nada se dice en el
Vademécum porque se da por supuesta...
Otro ejemplo. Se nos decía en el opus que teníamos
vocación de CRISTIANOS CORRIENTES... pero
la realidad era muy distinta. Tanto que según dicen
en el Vademecum:
...la labor de selección exige tiempo..."
...es preciso considerar la normalidad psíquica...
para evitar que puedan manifestarse trastornos mentales, quizá
como consecuencia de unas exigencias espirituales y humanas,
no soportables con una salud defectuosa...
¿En qué quedamos? ¿Cristianos corrientes...
o capaces de soportar exigencias espirituales y humanas fuera
de lo corriente?
Otro ejemplo. El Opus no admite el ERROR INSTITUCIONAL, la
posibilidad de que la institución se equivoque al discernir
la vocación de un candidato.
Por eso, cuando el Vademécum habla del discernimiento
de la vocación, no contempla la posibilidad de que
los directores se equivoquen en ese menester.
Por el contrario, pervirtiendo el lenguaje y la realidad
(de su proselitismo salvaje, con persecución, acoso,
inducción, engaño y coacción...), plantean
la cuestión en términos del imaginario guarden
cola, por favor... y echan sobre los hombros del candidato
la responsabilidad de un posible error en su decisión
(¡?) de pedir la Admisión.
Es algo increíble, pero cierto. Ellos te persiguen,
te acosan, te inducen, te engañan, te coaccionan. Todo
para que pidas la Admisión. Pero si posteriormente
se demuestra que hay error... el error será tuyo...
no de ellos.
Parece mentira, pero es la verdad.
El Vademécum lo plantea así:
Supuestamente ellos lo que hacen respecto a los candidatos
es ...comprobar que poseen realmente las cualidades
y las disposiciones propias de la vocación al Opus
Dei, y así se evita que alguien pueda engañarse,
siguiendo un camino para el cual no es idóneo...
Ese alguien que puede engañarse es obviamente
el candidato, que con su autoengaño (¡?) seguiría
un camino para el cual no es idóneo.
¿Y cómo pudo ocurrir eso?. ¿Por empecinamiento
del candidato?... ¡Por favor! ¿A quién
pretende el opus engañar, a sus propios directores?...
Pues parece que sí.
Vistos los ejemplos anteriores, cabe preguntarse cómo
es posible que los propios directores no caigan en la cuenta
de éstas cosas. Hay que decir que algunos se dan cuenta
y se van de la opus. Y los que no se dan cuenta viven en el
mundo imaginario de su adoctrinamiento iniciático,
viviendo de conformidad con las ideas aprendidas en el opus,
sin salir del círculo vicioso del adoctrinamiento/mentalización/práctica...
apuntalado con ideas del tipo si no vives como piensas,
terminas pensando como vives (frase oida en meditación
del Centro de Estudios para reforzar la asimilación
y la práctica de la doctrina de la opus).
PUES AHORA... QUE SE ESPERE.
Dice el Vademécum
de los Consejos Locales:
De ordinario, es preferible poner dificultades a
los que desean solicitar la Admisión, con el fin de
consolidar sus deseos de entrega. Como regla general, no se
les permite que la pidan enseguida, sino que se les hace esperar
algún tiempo...
Quiere decir que:
-cuando ya te han acosado, engañado, inducido y coaccionado
con la finalidad de convencerte de que ellos te están
diciendo la verdad.
-cuando ya tu psique está convencida -por esos métodos
sectarios- de que ellos te han hablado en nombre de Dios y
de que Dios te ha elegido desde toda la eternidad para ser
del opus dei... y concretamente numerario (por ejemplo)
...entonces, solicitas la Admisión y... oh sorpresa,
resulta que ellos, que son muy rebuscados, te ponen dificultades.
Dificultades que no existen realmente y que tienen como único
fin consolidar tus deseos de entrega.
En mi opinión, esa regla general pone de manifiesto
un método de control mental, una forma canallesca de
manipular a las personas como si fueran marionetas. Y lo peor
de todo es que lo hacen en nombre de Dios.
CONCRECIÓN DE LA VOCACIÓN
EN FUNCIÓN DEL DINERO y deberes de justicia de
distinto peso (familia de sangre, familia sobrenatural).
Parece que Dios dejó claro que la vocación
debe concretarse en ocasiones en función del dinero
del candidato. Y también que lo esencial, como punto
de referencia, es que ninguno puede gravar a la Obra.
En la exposición del Vademécum que transcribo
a continuación, se adorna el asunto apelando al deber
de justicia de atender a padres o hermanos, para finalmente
dejar claro lo que tiene que quedar claro...
Parece que si la Comisón Regional le da permiso al
candidato para ser Numerario, podrá incumplir y deberá
incumplir ese deber de justicia de atender a padres y hermanos...
porque entonces hay otro deber de justicia más importante,
que es atender a la Obra.
La Obra es experta en juegos de palabras... (por ej., ...conceder
sin ceder para luego recuperar...) para justificar lo
injustificable, como es que un numerario no pueda atender
económicamente a sus padres o hermanos si lo necesitan.
Dice el Vademécum:
Puede ocurrir alguna vez que desee pedir la Admisión,
como Numerario o como Agregado, una persona que tenga contraída
alguna obligación económica... En éste
caso, se ha de solicitar antes permiso a la Comisión
Regional"
"Conviene extremar la prudencia, cuando las familias
de los candidatos necesiten su ayuda. Ese deber de justicia
atender a padres o hermanos- puede, en ocasiones, impedir
la entrega en la Obra como Numerario, y ser motivo para que
pidan la Admisión como Agregados o Supernumerarios."
"En el caso de que, con el permiso oportuno, llegue
a pedir la Admisión como Numerario, se le expone, con
claridad y con delicadeza, su deber en justicia de hacer frente
con sus medios y con los que obtenga de su trabajo, a las
obligaciones contraídas: ninguno grava a la Obra, y
todos sienten el grato deber de sostener a su familia sobrenatural"
Así que, si finalmente el candidato fue admitido como
numerario y sus padres o hermanos están necesitados
económicamente, que no esperen ninguna ayuda de su
hijo o hermano numerario.
LECCIONES DE CARIDAD PARA LA IGLESIA
Dice el Vademécum:
Aunque la doctrina de la Iglesia está muy
clara, la caridad puede exigir que no se reciba en la Obra
a una persona determinada, sin el consentimiento expreso de
su familia. Por tanto, si se prevé que alguno, que
desea solicitar la Admisión como Numerario, tropezará
con graves dificultades familiares, se consultará a
la Comisión Regional antes de permitírselo.
Es llamativo este criterio. En primer lugar porque con él
el opus se pone bajo el manto de la Iglesia, afirmando que
él cumple la doctrina de la Iglesia... Pero a renglón
seguido se desmarca -teóricamente- de la doctrina de
la Iglesia y afirma que LA CARIDAD -que al parecer no fue
suficientemente considerada por la doctrina de la Iglesia-
PUEDE EXIGIR que se pida el consentimiento expreso a la familia
del candidato.
Yo desde luego nunca vi ni oí que se pidiera el consentimiento
a la familia de ningún candidato.
En la práctica lo que se hacía era ocultar
el asunto a la familia del candidato.
La Opus marca distancias con
"los demás", incluso con la Santa Sede.
Una de la contradicciones del opus es que quiere estar
dentro de la Iglesia, pero sin mezclarse con la Iglesia...,
o mezclándose sólo lo imprescindible para no
quedar excluido... pero siempre están marcando distancias...
porque ellos no son como los demás... y no se sienten
como los demás.
Yo recuerdo a un director hoy sacerdote- que se le
escapaba la risa cuando en un semestre (curso de verano) tuvo
que dar una charla sobre humildad individual y
colectiva.
Intentaba ponerse serio, pero no le salía, sus gestos
y sus maneras de expresarse no estaban en sintonía
con sus palabras.
A todos se nos escapaba un poco la risa porque realmente
no nos sentíamos como los demás. Nuestro adoctrinamiento
general y nuestro modo de vida no tenían nada que ver
con los demás.
Los socios del opus dei decía- debemos ser humildes
aunque tengamos dos carreras superiores (la de cada uno y
la de teología, refiriéndose a los numerarios),
aunque seamos la extremada delicadeza en el trato, aunque
seamos la aristocracia de la inteligencia, etc, etc.
Hablaba y hablaba, pero los gestos le delataban, la sonrisa
se le escapaba... se nos escapaba... porque la realidad de
lo que vivíamos y creíamos estaba en la mente
de todos
muy lejos de la humildad. Era difícil
ser humildes creyéndonos elegidos por Dios,
creyéndonos la aristocracia de la inteligencia, creyendo
que aun cuando la Iglesia se equivocara nosotros no nos equivocaríamos
porque Dios nos había marcado el camino
¡Qué
disparate y qué disparate!...
Los del opus dicen trabajar para la Iglesia pero que no se
le ocurra a la Iglesia decirles cómo tienen que hacerlo,
porque entonces se pondría de manifiesto su verdadera
humildad. Ellos creen que recibieron y reciben-instrucciones
directas del Altísimo... y lógicamente-
no atienden instrucciones de nadie más
El opus adoctrina a sus fieles en la idea de que son cristianos
corrientes... pero luego el adoctrinamiento situa a
la opus en la categoría de las intervenciones directas
de Dios... y a los opusinos en la categoría de los
elegidos por Dios para hacer su opus... lo cual
no tiene nada que ver con los cristianos corrientes... ni
con ser como los demás.
El planteamiento inevitablemente marca distancias entre quienes
se creen elegidos de Dios para hacer la opus de Dios
y los demás..., entre quienes se
creen en posesión de la verdad y los demás.
Ésta actitud del opus de marcar distancias
con los demás tiene su reflejo en el plano del Derecho.
El Vademécum
de los Consejos Locales, al hablar de las características
divinas de la opus que sus fieles deben cultivar (¿?)
y defender (pág. 42) pone especial énfasis en
señalar:
el Derecho propio santo, perpetuo e inviolable-
que nuestro queridísimo Fundador, por Voluntad divina,
estableció para siempre, y la Santa Sede ha sancionado.
Esas auto-afirmaciones de la opus sobre su Derecho
propio me sugieren los siguientes comentarios:
1º/ En una primera aproximación, las características
que la opus auto-atribuye a su Derecho propio
santo, perpetuo e inviolable- parecen marcar distancias.
Parece que se quieren puntualizar diferencias con respecto
al Derecho de la Iglesia y de otras instituciones de la Iglesia...
que no gozarían de esas características, y por
tanto se situarían en otro nivel, desde luego inferior,
en el que el Derecho de la Iglesia y de las demás
instituciones- ya no sería santo, ni perpetuo ni inviolable
o quizás sería menos santo, menos perpetuo y
menos inviolable.
2º/ En una segunda aproximación, parece que de
nuevo se marcan distancias.
Al decir que el Derecho propio santo, perpetuo
e inviolable- que nuestro queridísimo Fundador,
por Voluntad divina, estableció para siempre,
y la Santa Sede ha sancionado, lo que parecen estar
diciendo es lo siguiente:
a) en primer lugar, que su Derecho propio fue
establecido por el Fundador, por Voluntad divina,
para siempre.
Con lo que vienen a decir que su Derecho propio es como los
dogmas, que siempre ha sido así, (incluso durante los
muchísimos años en que la Santa Sede, con diversos
Papas, no lo reconoció), y que seguirá siendo
así "por Voluntad divina".
Pero cuidado, porque sentado lo anterior la consecuencia
lógica es que su Derecho propio prevalece sobre lo
que pueda decir la Santa Sede.
Afortunadamente para la opus de momento hay sintonía
con la Santa Sede, pero ¿y si en algún momento
de la Historia la Santa Sede viera en el opus un peligro y
decidiera suspender o eliminar su Derecho propio?... ¿aceptaría
el opus una intervención de la Santa Sede en éste
sentido?... Yo creo que no.
b) en segundo lugar se dice respecto a su Derecho
propio que, además -(y)- la
Santa Sede (lo) ha sancionado.
Esta afirmación añadida en último lugar
parece querer decir que en el fondo les daba lo mismo lo que
dijera la Santa Sede (ellos siempre han funcionado más
bien al margen de la Santa Sede, por lo que yo vi cuando era
todavía Instituto Secular), pero dado que la Santa
Sede finalmente les ha concedido un estatus jurídico
que parece que les viene cómodo, aprovechan para cubrirse
con el manto de la Iglesia.
Por otra parte, me parece un juego de palabras algo mentiroso,
porque lo que la Santa Sede ha sancionado es un estatus de
Prelatura Personal, y nada más.
Yo no creo que realmente la Santa Sede conozca los detalles
del Derecho propio del opus. Creo que conocerá
lo que siempre ha conocido, la punta del iceberg que el opus
muestra cuando no tiene más remedio.
La Santa Sede no se enterará de la realidad del opus
mientras no establezca instrumentos jurídicos que le
permitan fiscalizar lo que realmente ocurre dentro de la Prelatura.
Por ejemplo, mediante una continua labor inspectora en los
centros y en las actividades de la opus (similar a la que
se anuncia que se va a realizar en los seminarios diocesanos
para evitar ordenaciones que posteriormente puedan producir
escándalo por desórdenes sexuales).
¿Aceptaría la opus que en algunas de sus casas,
elegidas por la Santa Sede, residiera temporalmente un sacerdote-inspector
de actividades nombrado directamente por la Santa Sede, vinculado
sólo a ella, con libertad para entrevistarse con los
residentes en la casa, al que no se le pudiera ocultar nada,
y obligado a informar por escrito de todo lo visto y oido?.
¿Aceptaría la opus que un sacerdote-inspector
de actividades se fuera entrevistando privadamente con todos
los fieles de la Prelatura que se encuentran en tratamiento
psiquiátrico, y elaborase los correspondientes informes
escritos -para la Santa Sede- sobre las causas de la situación,
los psiquiatras elegidos, la libertad del paciente, los tratamientos
seguidos, y la conformidad o disconformidad del paciente respecto
a su situación personal y jurídica?
Si alguien de la Santa Sede lee esta página web y
está en su mano hacer algo, que reflexione y actue,
porque el daño lo está haciendo directamente
el opus, pero está claro que la Iglesia tiene su responsabilidad
por permitirlo.
¿Volverá el numerario?
Hace unos años se veía en televisión
una serie americana titulada Enredo. Se trataba
de una disparatada comedia que se desarrollaba en el contexto
de diversos casos judiciales enjuiciados mediante el sistema
del Jurado.
En cada capítulo de la serie se planteaba un caso
judicial, se examinaban las investigaciones sobre el asunto,
se recibían las declaraciones de los testigos, y al
terminar el capítulo el Jurado se retiraba a deliberar.
Al salir el Jurado de la sala terminaba el capítulo,
y una voz en of repetía en tono interrogante:
¿Volverá el Jurado con el veredicto de
culpable?...(música de suspense)...
¿Volverá el Jurado con el veredicto de inocente?...(música
de suspense)...
¿Volverá el Jurado?... (carcajadas)...
Pues parece que algo similar plantea la voz en of de la opus
cuando un numerario desaparece de su centro sin
dejar rastro y no se consigue dar con su paradero:
¿Volverá el numerario en mal plan?...
¿Volverá el numerario en buen plan?...
¿Volverá el numerario?...
Bajo éste planteamiento cómico se esconde el
drama de la huída... porque el numerario
que se va así más que irse siguiendo cauces
habituales- lo que hace es huir...
Y partiendo del hecho de que esas huidas han
sido objeto de regulación mediante norma escrita, es
razonable deducir que suelen producirse con cierta frecuencia
(pues cualquier norma escrita incluidas las leyes- sólo
se establecen para hechos que se producen con cierta frecuencia).
Éste tipo de salida de la opus es una salida
a la desesperada cuyo protagonista seguro que antes
habría intentado irse por los cauces habituales y no
le dejaron (santa coacción) o no se atrevió
a plantearlo con suficiente firmeza (actitud disculpable,
dada la coacción)... así que, perdida ya la
esperanza de un posible diálogo... optaría por
desaparecer, por huir...
Sin embargo es evidente que nadie huye de la felicidad...
nadie huye del bien, ni de la bondad... Entonces ¿de
qué huye?... Sería bueno que la opus se lo plantease...
El Vademécum
de Consejos Locales implícitamente culpabiliza
al que huyó, pues no establece que se investiguen las
causas ni las circunstancias que concurrieron en esa huida.
Además, establece que conviene hablar con la
familia (¿?) para saber dónde se encuentra
el interesado (¿?). Y éstas referencias
-tan extrañas para los que conocemos el opus por dentro-
ponen de relieve un prejuicio y una toma de postura contra
el huido...
Efectivamente: a) Resulta extraño que mencionen la
familia del huido... pues en la opus se suele hablar
de la familia de sangre para diferenciarla de
la familia del opus... (ellos dicen que ésta
es la verdadera) y b) Más extraño
todavía resulta que se refieran al numerario huido
con el término de el interesado... término
jurídico administrativo con el que parece que la opus
quiere marcar distancias con el que antes de huir era supuestamente-
hijo querido y hermano amadísimo.
Dice el Vademécum
de Consejos Locales:
Si, en alguna ocasión, un Numerario o Agregado,
sin licencia del Director, abandona el Centro al que está
adscrito, y no se consigue dar con su paradero, se informa
enseguida a la Comisión Regional, y a nadie más.
En ese caso, convendrá que un sacerdote Numerario prudente
y con experiencia- vaya a hablar con la familia, para exponer
las cosas con prudencia y con claridad, a fin de que, si es
posible, se logre saber dónde se encuentra el interesado.
Cuando se consigue hablar con él, se comunica a la
Comisión Regional y, con mucha caridad y fortaleza,
se ponen los medios para ayudarle a seguir luchando.
(pág. 55)
Como se vé, cuando se consigue hablar con el huido
se ponen los medios para ayudarle a seguir luchando,
lo que evidencia, que, según la opus, sólo él
es culpable.
LAS 'MARCAS' DE LA OPUS
Hace unos meses leí en esta web que la opus de dei
estaba registrada como marca comercial (ellos mismos lo notificaban
en la demanda que pusieron
al anterior dominio de la web: opusdeilibros.com) ... y le
criticamos mea culpa- el haberse convertido en una
marca registrada...
¡Estábamos equivocados!...
He consultado la página web de la oficina
española de patentes y marcas y he visto
que la opus de dei, a efectos de marca registrada
no es sólo una marca sino que está
detrás de varias marcas, a saber:
A/ La denominada JOSE MARÍA ESCRIVA DE BALAGUER
FUNDADOR DEL OPUS DEI.-HOJA INFORMATIVA (de la que consta
como titular la sociedad SCRIPTOR S.A.)
B/ La denominada HOJAS INFORMATIVAS VICEPOSTULACIÓN
DEL OPUS DEI EN ESPAÑA (de la que consta como
titular BADRINAS AMAT, BENITO)
C/ La denominada PRELATURA DEL OPUS DEI. HOJA INFORMATIVA
DE LA OFICINA PARA LAS CAUSAS DE LOS SANTOS (de la que
consta como titular la PRELATURA DEL OPUS DEI)
y D/ La denominada OPUS DEI (de la que, unas veces
consta como titular la PRELATURA DEL OPUS DEI, REGIÓN
DE ESPAÑA, y otras veces consta como titular la sociedad
SCRIPTOR S.A. ), marca que se registró para muy diferentes
productos o servicios, entre otros, de las siguientes clases:
* Servicios de publicidad y servicios de ayuda a la explotación
o dirección de empresas comerciales o industriales.
* Exportación, importación y representaciones
(clase 35).
* Servicios de seguros y finanzas. Servicios de promociones
inmobiliarias (clase 36).
* Servicios de construcciones y reparaciones (clase 37).
* Servicios de comunicaciones radiofónicas, telefónicas
o telegráficas (clase 38).
* Servicios de transporte, almacenaje y distribución
de productos (clase 39).
* Servicios de tratamiento de materiales (clase 40).
* Prendas confeccionadas para señora, caballero o niño
y calzado (excepto ortopédico), sombrerería
(clase 25).
* Productos agrícolas, hortícolas, forestales
y granos no incluidos en otras clases; animales vivos; frutas
y verduras frescas; semillas; plantas vivas y flores naturales,
alimentos para animales, malta (clase 31).
* Cervezas; aguas minerales, gaseosas y otras bebidas no alcohólicas,
jarabes para hacer bebidas; zumos de frutas, siropes (clase
32).
* Vinos, licores y otras bebidas alcohólicas excepto
la cerveza- (clase 33).
En fin... cosas más raras se han visto pero a mí
me parece que esto de las marcas le pega a una institución
religiosa lo mismo que a un Santo Cristo dos pistolas.
Intento imaginarme la publicidad de los citados productos
y servicios y me resulta malsonante. Por ejemplo, y sin ánimo
de ofender:
Publicidad opus dei (llegará hasta el Cielo).
Apoyo Gerencial opus dei (avalados por la experiencia interna).
Exportaciones e importaciones opus dei (amplia experiencia
en 80 paises).
Representaciones opus dei (representaciones de calidad).
Seguros opus dei (se cubre cualquier siniestro).
Financiaciones opus dei (con garantía personal).
Promociones inmobiliarias opus dei (con habitaciones para
sus 7 niños).
Construcciones opus dei (realizadas a conciencia).
Reparaciones opus dei (con garantía divina).
Radio opus dei (para oir música celestial).
Telefonía opus dei (con conexión divina).
Transportes opus dei (para llegar hasta el Cielo).
Trajes opus dei (hechos a medida).
Cítricos opus dei (sólo amargan con el tiempo).
Cervezas opus dei (las más refrescantes).
Agua mineral opus dei (como agua bendita).
Vinos del opus dei (imprescindibles en su mesa).
Licores del opus dei (con aromas de eternidad)...
¿Os suena bien?... A mí no.
La opus, en esta materia, parece haber olvidado que es una
institución de la Iglesia y que debe comportarse como
tal.
¿De qué estamos hablando, de hombres de Dios
o de mercaderes?...
¿De hombres de Dios o de hombres preocupados por sus
propios nombres y por sus correspondientes honrillas personales?...
¿De hombres de la Iglesia o de hombres al margen de
la Iglesia?...
¿De hombres preocupados por la Iglesia o de hombres
preocupados por la opus?...
Al asunto de las marcas no le veo apoyo evangélico...
sólo veo posibles intereses de mercado y apegos
mundanos -al nombre de la Prelatura, a la honrilla de
la Prelatura, al qué dirán...- en una institución
que se autodenomina Obra de Dios..., y que pertenece
a la Iglesia Católica...
La Iglesia Católica NO se ha registrado como marca...
TAMPOCO ha registrado las denominaciones siguientes: Virgen,
Jesucristo, Evangelios, Iglesia, Obispos, Conferencia Episcopal,
Salvación...
En la citada página web de la oficina
española de patentes y marcas aparece una base
de datos con un localizador de marcas que ofrece la información.
Si algún incrédulo quiere comprobarlo, que lo
compruebe en www.oepm.es). En primer lugar aparece el listado
general de marcas en cuya denominación se contienen
las palabras opus dei, y pinchando en cada elemento de la
lista, en el recuadro de más datos, aparece
información más detallada, con expresión
de la clase de productos o servicios para los que se solicitó
el registro de la marca.
Negar la realidad.
* En una entrega anterior la
perversión del lenguaje- ya comenté
que en la opus de dei hay que estar permanentemente revisando
el significado de las palabras para comprobar si significan
los mismo en la opus que fuera de la opus.
Pero ahí no acaba la cosa. El asunto se extiende al
campo de la lógica jurídica, e incluso a las
vivencias personales en ciertas materias.
* Al leer el vademécum
de los consejos locales gracias a opuslibros,
pues en la opus no me lo permitieron- me ha llamado mucho
la atención el tipo de redacción que se utiliza
frecuentemente en el apartado II Formación-,
conjugando los verbos en presente de indicativo para indicar
cómo se hacen las cosas en la opus de dei.
De ésta manera se viene a presentar como realidad
práctica lo que en buena lógica jurídica
no es la realidad sino que pertenece a la categoría
de la normatividad, de la obligación jurídica,
del cómo hay que hacer las cosas...
Así, por ejemplo, se utilizan en el vademécum
expresiones del siguiente tenor:
a) ...La preocupación de los directores por
la vida interior de los demás les mueve a estar atentos...
(pág. 60).
b) ...están diariamente al tanto de sus afanes
y luchas... (pág. 60).
c) ...se vive también una maravillosa unidad...
(pág. 60).
d) ...exigen la máxima fidelidad al espíritu
de la Obra... (pág. 60).
e) ...fomentan el sentido de responsabilidad...
(pág. 61).
f) ...no dejan de utilizar los escritos de nuestro
Padre... (pág. 63).
g) ...la charla...es una conversación fraterna...
(pág. 63).
h) ...se hace con puntualidad... (pág.
64).
i) ...saben escuchar a sus hermanos...
(65).
j) ...procuran que... nadie llegue al agotamiento
físico... (pág. 68), etc.
Lo lógico hubiera sido utilizar expresiones como ...les
debe mover..., ...deben estar..., ...se
debe vivir..., ...se debe exigir..., ...se
debe fomentar..., ...deberán utilizar...,
...debe ser una conversación fraterna...,
...debe hacerse con puntualidad..., ...deben
saber escuchar a sus hermanos..., ...deben procurar
que nadie llegue al agotamiento físico..., etc.
¿Por qué es esto lo lógico? Pues porque
la experiencia universal demuestra que con frecuencia quien
tiene que cumplir una norma jurídica puede cumplirla
o puede no cumplirla; la norma jurídica es una cosa,
y su cumplimiento es otra cosa distinta, que, en la realidad
práctica, puede coincidir con lo obligado normativamente
o puede desviarse de esa obligación.
Por tanto, las expresiones del
vademécum en tiempo presente son engañosas,
pues rompen con la lógica diferencia entre el deber
ser y el ser, o, lo que es lo mismo, entre
la norma de comportamiento (la obligación
de actuar de cierta manera, el cómo tienen que hacerse
las cosas; en definitiva, la teoría) y el comportamiento
real (la/s praxis, el cómo se hacen las cosas,
la realidad de los que obedecen en los diversos países
y en los diversos centros, las cosas que ocurren realmente...
las cuales pueden coincidir o no con la norma de comportamiento).
Con ello la opus de dei lo que hace es negar la realidad.
Niegan la posibilidad de que pueda existir una praxis (o
varias) distinta (s) de la teoría... e incluso niegan
la posibilidad de que las cosas se estén haciendo mal
en algún sitio... o en algún centro...
Mal asunto el de negar la realidad... Es como negar la verdad...
Impide reconocer el error y, consecuentemente, impide rectificar.
Pero en fin, la(s) praxis de la opus tiene(n) éstas
cosas... Y a veces hasta la mismísima teoría
niega la realidad.
* Un ejemplo clamoroso de negación de la realidad
por la misma teoría aparece en la página 82
del vademécum, que tratando del Círculo Breve
dice:
El que preside el Círculo, sintiéndose
responsable de la vibración apostólica de los
asistentes, procura encauzar la conversación sobre
asuntos de la Obra hacia el proselitismo y el apostolado.
Todos los que fuimos de la opus sabemos que quien dirige
el Círculo Breve no entabla conversación con
nadie sino que realiza una exposición o monólogo.
Sin embargo, la opus ha decidido negar la realidad y llamar
conversación al monólogo
del Director del Círculo Breve.
Con tanta complicación mental, con tanta confusión
de conceptos, con tanto negar la realidad, es lógico
que las mentes se resientan y muchos terminen necesitando
ir al psiquiatra.
* En fechas recientes se ha tratado por algunos el tema de
la ordenación sacerdotal impuesta en la opus... no
a punta de pistola sino como se imponen las cosas en la opus...
en fin, con santa coacción... y como hay quien niega
ésta realidad, he de decir que recuerdo perfectamente
-porque fue uno de los múltiples motivos que me llevaron
a irme del opus- parte del contenido de la carta que Alvaro
del Portillo escribió en Crónica del mes de
mayo o junio del año 1.980, en la que se decía,
más o menos: ...Hijos míos... tenéis
que estar dispuestos a ordenaros si el Padre os lo pide...
Aquello a mí me sonó a nuevo engaño
(ya antes me habían engañado, negando la existencia
de votos, y con otras cosas). Lo leí y lo releí
para ver si realmente decía lo que yo había
entendido en mi primera lectura, y efectivamente decía
eso: teneis que estar dispuestos a ordenaros si el
Padre os lo pide. Por tanto, está claro que
las ordenaciones se imponen... con santa coacción...
Lógicamente, en teoría podría uno negarse,
pero entonces quedaría marcado, ante los demás
e incluso ante su propia conciencia, por esa falta de fidelidad
al Padre. ¿Qué estimación pública
puede tener quien se atreva a rechazar semejante petición
del Prelado?. Y ¿qué autoestima le puede quedar,
en una organización religiosa en la que se venera al
Prelado y se hace mucho hincapié en la filiación
al Padre?. Y ¿qué le dirá en la carta
que cada mes tiene que escribirle al Prelado... que se encuentra
fenomenal después de haber rechazado su paternal petición...
que reza por el Prelado pero que no cuente con el que suscribe
para el asunto del sacerdocio?... En fin, que la libertad
en esa materia brilla por su ausencia...
* Para terminar, voy a contaros una anécdota que muchos
sabréis y que viene a cuento porque pone de manifiesto
la praxis de la negación de la realidad
y la sustitución de la realidad por lo que diga
el Director (la realidad oficial), bien
entendido que eventualmente podrían coincidir ambas,
pero que, si no coinciden, prevalece lo que diga el
Director.
Ésta anécdota la oí en el Centro de
Estudios como ejemplo de unidad con los Directores.
Pues bien, contaban que estando el Fundador en un centro de
la sección femenina, de visita o de tertulia, sufrió
un desvanecimiento tan prolongado que parecía que se
había muerto, y en esos dramáticos momentos,
llenos de tensión y nerviosismo, llegó a la
sala donde estaban reunidos alguna numeraria que ignoraba
lo que pasaba, y que al ver el revuelo y al Fundador tendido,
le preguntó a otra en voz baja- que qué
pasaba, a lo cual la interpelada respondió, también
en voz baja: Que el Padre se ha muerto...
La Directora, que oyó el comentario sobre la muerte
del Fundador, y que por lo visto tenía bastante genio,
gritó: ¡AQUÍ NO SE MUERE NADIE HASTA
QUE YO LO DIGA!
P.D. No se sabe si la muerte se asustó ante el recio
carácter de la Directora, o si la Trinidad se vió
coaccionada ante semejante ejercicio de autoridad, pero lo
cierto es que al Fundador se le pasó el turuleque y
no se murió ese día.
Ellos, la crisis, y el reglamentito.
Decía J.C.
(6/7) que en uno de sus centros utilizaban el término
ellos para referirse a los que mandaban o tenían
el control...
Esto me trajo a la memoria algunas ideas que se me ocurrieron
tiempo después de irme de la opus y que os cuento por
entretenimiento y por si sirve de ayuda a alguien en situación
de crisis.
1º/ Cuando, antes de ser de la opus, entras en contacto
con la misma, utilizas el YO como elemento de
diferenciación frente al amigo/a de la opus que le
persigue, identificado con el TÚ.
2º/ Cuando el amigo/a de la opus te dice que su vida
no es rara sino muy normal, con frecuencia te pone como ejemplo
a una tercera persona, también del opus, modelo de
virtudes varias y de gran simpatía, al que ambos llaman
ÉL.
3º/ Cuando te atrapa la red de la opus ya no utilizas
el yo, ni el tú, ni el él,
porque todos pertenecéis entonces al NOSOTROS.
4º/ Cuando surge la crisis reaparece tímidamente
el yo (en crisis), que cada vez se siente menos
nosotros (lo explica muy bien Satur en su escrito
Un día me
encontré raro, 4-1-2003), por lo que
abandonas el uso del nosotros y empiezas a utilizar
el VOSOTROS.
5º/ Cuando te vas del opus, el vosotros
se aleja hasta convertirse en ELLOS.
Está previsto que sea así (decía el
Fundador que ...sólo se caen las hojas secas...)
y la praxis suele ir en esa línea, creo que para evitar
replanteamientos vocacionales masivos... La consigna es que
el que se va se condena... así trata de evitarse que
otros se sumen al que se quiere ir.
Pues bien, ELLOS, que lo tienen todo previsto,
tienen minuciosamente reglamentado hasta el asunto de las
crisis... su prevención... su preparación...
las dudas de vocación... la necesaria autorización
para asistir a un psiquiatra o a un psicólogo... el
tipo de médico al que hay que acudir... el tipo de
información que el médico debe dar al enfermo...
y la información que interesa que el médico
dé a los Directores...
O sea, ¡todo bajo control!, para que nadie se vaya.
No tiene desperdicio... Dice el vademécum
de los Consejos locales:
Los directores han de prevenir las dificultades
psicológicas... (pág.88)
...los fieles de la Prelatura deben saber, para estar
preparados psíquica y espiritualmente, que en algunas
épocas, entre los 40 y los 50 años, determinadas
circunstancias incluso físicas- pueden originar
una cierta depresión psicológica... (pág.
88)
...Puede ocurrir también que, en esos momentos,
alguno llegue a plantearse sin ningún fundamento
objetivo- problemas de orden profesional o sentimental, e,
incluso, dudas de vocación... (pág. 89)
...antes de que un Consejo local autorice a alguno a acudir
a la consulta de un psiquiatra y, con mayor razón,
a un especialista en psicología que no sea médico-
consultará a la Comisión Regional... (pág.
90)
...el Consejo local pondrá el hecho en conocimiento
de la Comisión Regional, e informará del dictamen
médico, para tenerlo en cuenta antes de que se le conceda
la Oblación o la Fidelidad... (pág. 91)
...se acudirá a un médico experimentado
y prudente mejor, si es miembro de la Obra-, que sepa
informar adecuadamente al enfermo, sin ocultar nada, pero
sin insistir tampoco mucho sobre sus cansancios, pues, en
ocasiones, sirve inconscientemente de pretexto al enfermo
para no dejarse ayudar o para convertirse en médico
de sí mismo. Por esto, es muy interesante que informen
a los Directores, para prestar una ayuda eficaz al que lo
necesita... (pág. 91).
Estos párrafos dejan ver claramente la falta de libertad
que tienen los miembros de la opus... y los manejos a los
que se prestan algunos médicos (experimentados y prudentes,
¡?)...
Cuando leo estas minuciosas reglamentaciones recuerdo haber
oído a un Director, hablando de la aprobación
jurídica de la opus como instituto secular, que las
mayores dificultades provinieron de que en la Santa Sede no
entendían el espíritu del opus dei...
y querían que se detallase por escrito el modo de vida
de sus socios... porque, al parecer, en la Santa Sede no
entendían que la Obra no necesita ningún
reglamentito...
¡Cuánta contradicción!.
VOCACIÓN DIVINA versus EXPERIENCIA.
Voy a hacer un comentario sobre la letra de una canción
que medité mucho cuando empecé a pensar en irme
de la opus.
Era una canción que se le cantaba al Pápa Juan
Pablo II . El cura de mi centro de estudios hizo referencias
a esa letra en alguna meditación y dijo que podía
llevarse a la oración... Servía para rezar pensando
en el Papa y servía para rezar pensando en Dios...
No le faltaba razón al cura. Pero... posiblemente no
pensó que también servía para someter
a examen a la institución...
La letra es la siguiente:
AMIGO
(Autores : Erasmo Carlos, Roberto Carlos y Budy Mc. Cluskey)
Tú eres mi hermano del alma, realmente el amigo
que en todo camino y jornada está siempre conmigo.
Aunque eres un hombre, aún tienes el alma de un niño,
aquel que me da su amistad, su respeto y cariño.
Recuerdo que juntos pasamos muy duros momentos,
y tú no cambiaste por fuertes que fueran los vientos.
Es tu corazón una casa de puertas abiertas,
tú eres realmente el más cierto en horas inciertas.
En ciertos momentos difíciles que hay en la vida
buscamos a quien nos ayude a encontrar la salida,
y aquella palabra de fuerza y de fe que me has dado
me da la certeza que siempre estuviste a mi lado.
Tú eres mi amigo del alma en toda jornada,
sonrisa y abrazo festivo a cada llegada.
Me dices verdades tan grandes con frases abiertas,
tú eres realmente el más cierto en horas inciertas.
No preciso ni decir todo esto que te digo,
pero es bueno así sentir que eres tú mi gran
amigo.
- ¿Era el opus mi hermano del alma?. ¿Era el
opus mi amigo?.
Estaba claro que no. El opus era una institución
a la que me dijeron con 17 años que Dios me había
llamado, y yo, que era joven e inexperto, felíz e indocumentado,
aunque primeramente me resistí, finalmente me lo creí...
y entré con 18 años en una institución
que desde el principio me ocultó la verdad... que llegó
a engañarme en materias importantes... que cuando la
descubrí en uno de sus mayores engaños (los
votos; entonces los había, ahora los llaman 'compromisos'),
no quiso asumir su responsabilidad y, por tanto, no tuvo la
generosidad de dejarme abierta la puerta de salida...
-¿Tenía yo en el opus algún hermano
del alma?. ¿Tenía yo en el opus algún
amigo?.
No, claro que no. Eso estaba prohibido.
-¿Había alguien en el opus que en todo momento
y jornada estuviese conmigo?.
No. Estando en el opus yo llegué a estar sólo.
Solo de toda soledad. Absolutamente sólo. No es que
me sintiera sólo, sino que estuve
sólo, lo cual desde luego fue para bien porque empecé
a pensar con verdadera libertad de conciencia
y finalmente decidí irme de la opus.
-¿Tenía el opus aún alma de niño?.
El opus no tenía alma de ninguna clase. Era un ente
jurídico... cuya verdadera naturaleza yo desconocía
porque no me habían dejado leer sus estatutos.
-¿Tenían los directores aún alma de
niño?.
No. Tenían alma de institución, de normas,
de criterios... de robot-opus o robotopus.
Unos éramos robotopus sin mando y otros eran robotopus
con mando, pero todos respondíamos a las mismas instrucciones
de manejo... manejo de marionetas que decían ser libres,
que incluso creían ser libres...
-¿Me daba el opus o alguien del opus su amistad, su
respeto y cariño?.
Pues claro que no. La amistad estaba prohibida. El respeto
brillaba por su ausencia dado que me habían engañado
y me ocultaban los estatutos, los vademécum y demás
reglamentos internos. Y el cariño no puede existir
en éstas condiciones de falta de respeto...
-¿No cambió el opus por fuertes que fueron
los vientos?.
Sí, sí cambió... y no hicieron falta
fuertes vientos... sólo hizo falta tiempo,
el tiempo imprescindible para empezar a apreciar los engaños,
las realidades ocultas, y las diferencias existentes entre
la teoría y la práctica...
El opus cambió mucho para mí en el Centro de
Estudios...Allí empecé a darme cuenta de la
realidad...
-¿Tenía corazón el opus?.
Pues claro que no. Los entes no tienen corazón.
-¿Tenían corazón los del opus?.
No. Se habría considerado como apegos mundanos, amistades
particulares, afectos desordenados, etc.
-¿El opus proporcionaba certeza en horas inciertas?.
No. La única certeza que me proporcionaba el opus
como numerario es que me había entregado del todo y
para siempre debido a una supuesta llamada divina...y lo demás
dependía de lo que le conviniera al opus...
-¿Me ayudaba el opus a encontrar salidas
a mi situación?.
No. Cuando dije que me iba... me sugirieron que podría
pedir dispensa de la vida de familia... (para dedicarme sólo
a estudiar y a hacer las normas)... ¡Qué manía
con que pidiéramos!...
Yo ya no quería pedir nada... y mucho menos dispensas...
situaciones especiales, excepcionales, o como quisieran llamarlas...
sólo quería irme... irme de una institución
en la que nunca hubiera entrado si me hubieran dicho la verdad...
Pero tanto insistieron en que no me fuera... que, buscando
una salida airosa para todos, dije: Bueno, pues dejadme
ser supernumerario...
Y entonces me argumentaron que eso no iba a ser posible hasta
que pasasen muchos años (refiriéndose a los
estatutos que no me habían dejado leer)... y que, SEGÚN
LA EXPERIENCIA, EL QUE PASABA DE NUMERARIO A SUPERNUMERARIO
(prescindiendo de los citados estatutos, ¡ojo a la contradicción!)
TERMINABA YÉNDOSE DE LA OBRA...
Esto último me sirvió definitivamente para
romper el mito de la supuesta vocación divina... porque
tiempo atrás me habían dicho que la llamada
al opus dei era una vocación divina, que era la misma
vocación para todos los socios (hoy fieles de la Prelatura)
etc... Y de pronto, el director que me envió mi lejana
Delegación (dos aviones tuvo que coger para venir a
verme), ante mi planteamiento, prescindió de la supuesta
llamada divina, de la vocación única al opus
dei, y de la Providencia de Dios, y, por el contrario, se
remitió a LA EXPERIENCIA para argumentar
que no merecía la pena intentar esa salida
(pasar yo a ser supernumerario) porque, según la experiencia,
esa salida desemboca en la salida
(de la opus)...
Para mí se encendió una luz otra de tantas-
en mi camino de salida de la opus, al comprobar que quien
intentaba que yo siguiera siendo numerario, refutaba mi planteamiento
prescindiendo de la Providencia, y remitiéndose exclusivamente
a la experiencia... Ése era el criterio previsto en
mi Delegación para situaciones y planteamientos como
los míos... la experiencia... Entonces, ¿qué
pintaba Dios en aquella historia?... poco o nada...
-¿Me ayudaba el opus a encontrar la salida
(del opus)?.
No, de ninguna manera. Sólo querían ayudarme
a que aguantase de numerario como fuera, con dispensas...
con tratamiento médico... como fuera...
Llegaron a ofrecerme si quería dar charlas a los supernumerarios
del lugar... A mí, que no había terminado el
segundo curso del Centro de Estudios (fui al servicio militar
obligado)... ni había dado una charla en mi vida...
y que estaba diciendo que me iba de la opus... ¡Me estaban
tentando con la vanidad!... ¡Qué cosas se ven!...
-¿Vi alguna vez que a alguién se le hubiera
ayudado a encontrar la salida?.
No. Es más, ví lo contrario. Un joven que deambulaba
como un zombi por el Centro de Estudios debido al tratamiento
médico, o que casi no salía de su habitación...
durante días y meses... y nadie nos dijo que se le
iba a dejar marchar en paz ni que se le iba a facilitar la
salida... pero sí nos dijeron que, como estaba en tratamiento
médico, no le llevásemos la contraria en nada
y actuásemos sin tenerlo muy en cuenta, permitiéndole
que hiciera lo que le pareciera oportuno... ¡Otra luz
en mi camino!... ¿Por qué no le decían
que se fuera si estaba claro que no podía?...
-¿Me había dicho el opus la verdad con frases
abiertas?.
Por supuesto que no... aparte de los engaños... no
me dejaron leer los estatutos cuando los pedí... ni
me aclararon cosas que pregunté...
Era muy decepcionante admitir que el opus no me había
dicho la verdad con frases abiertas... Hasta mi honrilla se
resentía al tener que admitir que había sido
engañado y manejado durante tres años por una
organización religiosa de la que yo mismo había
hablado mil maravillas...
COOPERADORES.
De mi paso por la opus, las ideas que me quedaron de los
cooperadores eran bastante negativas.
Un cooperador, en principio, era una persona cercana a la
opus pero incapaz de entender y vivir el espíritu de
la opus...una persona que de alguna manera valoraba positivamente
la labor de la opus, recibía de la opus asistencia
espiritual, rezaba por la opus y, sobre todo, colaboraba económicamente
con la opus.
La colaboración económica era el requisito
que yo hubiera señalado como más destacable
del cooperador, el cual aunque no entendía el espíritu
parece que sí veía los resultados o creía
verlos (apostolados, colegios, universidades, etc.) o confiaba
cuando le decían que los había, y por eso aportaba
su dinero...
El cooperador no necesitaba ningún requisito especial,
bastaba con que estuviera dispuesto a cooperar... y así,
presumíamos de que había cooperadores
no católicos... e incluso no cristianos... que apostaban
por la buena formación de la juventud (que creían
que daba la opus) y por la educación en los valores
humanos (que también creían que daba la opus)...
Verdaderamente, para dar dinero sólo hacía
falta tenerlo y querer darlo... así de simple...
Cuando fui al Centro de Estudios mi idea de los cooperadores
se confirmó en una meditación en la que el cura
arremetía dialécticamente contra algunos ex
socios (del entonces Instituto Secular) que habían
escrito en un periódico criticando al opus. El cura
reflexionaba en voz alta sobre algunas de las afirmaciones
de los ex (las que le a él le interesaba criticar,
me imagino... porque el periódico no pudimos leerlo)
y decía, con tono jactancioso e injurioso hacia esos
ex:
...pero tú, ¿qué has sido,
COOPERADOR?...
Con ello el cura quería poner de manifiesto que esos
ex numerarios/as no decían la verdad... pero... ¿cómo
podía ser que no dijeran la verdad si habían
sido numerarios/as durante años?... pues argumentaba
el cura- o por maldad, faltando deliberadamente a la verdad,
o por ignorancia, en el sentido de que a pesar de sus años
en la opus no habían entendido el espíritu de
la opus...
...Y... ¿quién podía estar años
en la opus y no entender el espíritu?... pues eso sólo
cabe en los cooperadores...
Lógicamente éste razonamiento era un insulto
a la inteligencia y a la experiencia de años vivida
por esos ex...
Pero al mismo tiempo, quizás sin pretenderlo, era
un insulto a los cooperadores...
¿Se le fue la lengua al cura del Centro de Estudios
al arremeter contra los ex, hiriendo con fuego amigo-
a los cooperadores?
¿O el planteamiento del cura respondía a lo
que en realidad se pensaba en el opus de los cooperadores?.
Yo me inclino por ésta segunda posibilidad, porque
el planteamiento del cura venía a confirmar mis ideas
previas, que lógicamente no venían de la calle
sino de las charlas formativas que con anterioridad recibí
y del ambiente del propio opus, de los comentarios
espontáneos que escuché en relación a
los cooperadores, etc., o sea del opus. Además, el
cura no era un cura cualquiera, era el cura encargado de la
dirección espiritual de los jóvenes del Centro
de Estudios, lo que presupone una experiencia, una prudencia
y una claridad de ideas que a otras personas les podía
faltar, pero no a él... Así pues, pienso que
expresó la opinión de la institución
respecto a los cooperadores.
Hoy, que puedo leer los estatutos de esa institución
gracias a opuslibros (no pude hacerlo cuando fui numerario),
leo que los cooperadores (en sentido amplio) no tienen la
consideración de fieles de la Prelatura sino de asociados
cooperadores (n. 7.2 de los Estatutos), y que dentro
de éste grupo se distingue entre colaboradores
(n. 16.1) y cooperadores en sentido estricto (n.
16.2; entre los que caben personas alejadas de la fe o incluso
sin fe).
La nota común es que dan dinero (limosnas) al opus.
En la práctica, el eterno cooperador está mal
considerado... salvo que aporte mucho dinero... porque lo
que se espera de los cooperadores es que lleguen a ser supernumerarios
en plazos razonablemente breves... y si no, o aportan mucho
dinero o no se pierde el tiempo con ellos...
Cuestión distinta, que añade otros matices
es la de los que se fueron del opus (o los fueron) en
buen plan y los repescaron como cooperadores...
Ese tema lo trataré otro día
¿VOCACIÓN DE ARISTÓCRATAS?
El escrito de M.J.
(5/11) sobre cómo te cae una vocación (sin saberlo)
me ha traido recuerdos de la que me cayó a mi...
Es muy interesante su reflexión de que la vocación
la eligen ellos para tí, y posteriormente
te dicen que esa vocación es la que tú
has elegido. Ya casi ni me acordaba de esto, pero me vienen
a la memoria algunos recuerdos...
Cuando yo sufrí las primeras presiones para que me
hiciera de la opus, era tal mi ignorancia sobre la institución
que prácticamente sólo sabía que había
unos que se casaban y otros que no. Así de feliz vivía
yo, porque la opus me tenía felízmente desinformado.
Mis primeras respuestas frente al acoso fueron en la línea
de que no me importaría ser de la opus
siempre que pudiera casarme... porque a mí
me gustaban las mujeres y yo quería casarme... pero
me dijeron que eso no podía ser... que Dios llama a
cada uno en su estado... y que lo mío con 17
años- era ser numerario...
En realidad yo no quería ser del opus dei, ni mucho
ni poco, pero claro, llevaba ya seis meses de invitado, utilizando
la sala de estudio del centro (mucho más confortable
que mi destartalado piso de estudiantes), asistiendo a las
meditaciones (con un cura que hablaba bien), a los círculos,
a retiros... y participando de la camaradería y familiaridad
de ese ambiente universitario donde yo, al no conocer el trasfondo,
creí ver cristianos auténticos... de manera
que me pareció que sólo tenía dos opciones,
o corresponder de alguna manera a lo que ellos me daban (opción
cortés y conservadora) o despedirme de ellos (opción
descortés y de ruptura con algo que me parecía
bueno para mí)...
Enseguida vino el montaje de las meditaciones para pitables
(candidatos) y entre todos cura incluido- me convencieron
de que Dios me pedía que renunciara a las mujeres...
así que finalmente cedí al acoso y me hice de
los que no se casaban, o sea numerario...
A todo esto, mi ignorancia sobre la opus seguía siendo
mayúscula... porque la opus no da información
a los posibles candidatos...
Después me enteré que en la opus también
había otros que no se casaban, llamados agregados,
que por diversas razones no reunían las cualidades
de los numerarios. Me lo explicó en una charla formativa
el subdirector del centro, quien me dijo que él había
defendido mi candidatura como numerario a pesar
de que otros pensaban que debía ser candidato
a agregado... al parecer yo debía estarle
agradecido al citado subdirector por haber defendido mi candidatura
a numerario, pues los numerarios éramos la élite
del opus, la aristocracia de la inteligencia...
Así que allí estaba yo, hecho un aristócrata...
:-), con la vocación que ellos habían elegido
para mí. Ahora empezarían a explicarme en qué
consistía esa vocación que, según ellos,
yo había elegido... ¡Qué disparate!...
Una elección en la que no sabes lo que estás
eligiendo.
Una familia muy rara.
Hay anécdotas que lo dicen todo sobre el modo de ser
o el modo de actuar de las personas y de las instituciones.
Hoy os voy a contar una que despertó mi espíritu
crítico hace muchos años.
Para situaros en la anécdota: Año 1979, Valencia
(España), Centro de Estudios de 5 plantas en un edificio
recién construido e inaugurado, y casi lleno con 100
numerarios de varias provincias, o sea, casi 100 camicaces
que nos creímos todo lo que la opus nos había
dicho... y que por eso habíamos dejado a nuestras familias
(de sangre), en muchos casos a cientos de kilómetros,
para vivir con nuestra nueva familia (la opus).
Pues bien, el hecho es que vino el Padre don Alvaro
del Portillo- a Valencia y no nos visitó...
Yo lo supe porque un día, terminada mi charla semanal,
me comentó mi director que el Padre en fechas recientes
había realizado un viaje a Valencia con el fin de obtener
algunos datos o testimonios para la causa de beatificación
del fundador, y que, aunque no estaba previsto que viniera
a vernos, sí quiso que su coche pasara por la Avenida
de Primado Reig, donde estaba el del Centro de Estudios, para
bendecirnos desde el coche... antes de marchar para Roma.
Yo no lo entendí... no podía entender que nosotros
estuviéramos allí dándolo todo, después
de dejarlo todo, y el Padre viniera desde Roma y no nos visitase...
Ese comportamiento no se ajustaba a mi idea de familia, ni
a mi idea de padre...
Frente a la realidad de ese comportamiento desde luego
institucional- la teoría de que el Padre nos quería
más que nuestras propias madres, y cosas similares
sobre nuestra familia sobrenatural, sonaban a palabras vacías
de contenido...
Por cosas como ésta, el opus me parece una familia
muy rara...
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