LIMITACIÓN
PARA VIVIR LA AMISTAD
A corazón abierto
despedida con hasta luego.
Hola a todos.
Este será mi último escrito respecto del Opus
Dei. Hoy cerraré al público el diario de mi
vida en la Obra, así como mi pensamiento sobre ella.
Hoy pediré que quiten de la web todo lo que he dicho.
Hoy es un día que marcará el resto de mi vida.
Hoy les digo de nuevo a todos quienes he conocido por medio
de opuslibros gracias, ¡gracias de verdad! Hoy Dios
es testigo y sostén de esta decisión que me
ha costado trabajo tomar y que al mismo tiempo realizo con
gusto.
Para comenzar debo decir que no he ocultado ni mi nombre
ni las circunstancias que permitieran identificarme porque
creo en la transparencia, el diálogo, el perdón
y la capacidad humana de salir adelante.
Algunos me conocen más porque nos hemos hecho amigos
gracias a este espacio de encuentro. Y en la Obra en mi país
saben muy bien quien soy porque he recibido un correo que
lo indica.
Desde pequeña he conocido la Cruz gracias a circunstancias
de enfermedad sumamente dolorosas en mi familia, de las que
sólo por amor, con continua entrega y perdón
hemos salido adelante. Por ello pienso que el Amor (con mayúsculas
porque creo que viene de Dios, que Es Dios) es la única
fórmula válida para dar sentido a los acontecimientos
de este mundo. Espero este breve pensamiento se quede en su
memoria como recuerdo mío.
¿Por qué les digo todo esto?
Porque en ocasiones se ha dicho que muchos escritos contenidos
en esta web son fruto del odio de personas amargadas, enfermas,
resentidas, etc. Y que no aportan nada positivo y que sólo
sirven para destruir.
Para mí la experiencia ha sido muy diferente. Aquí
he encontrado personas maravillosas que, desde las distintas
perspectivas de vida asumidas tras su ruptura con la Obra,
ayudan a clarificar cuestionamientos sobre la misma, o han
dedicado mucho tiempo y esfuerzo acompañando a otros
en su proceso de reconstrucción personal, dando claves
para su reinserción al mundo. He recibido el beneficio
real de que el "hermano que ayuda al hermano es como
una ciudad amurallada". He reconocido y recuperado la
"fraternidad perdida" gracias a la compañía,
consejos, apoyo y amistad de varios de ustedes. He recibido
el Amor de Dios que me ha sanado en muchos aspectos por medio
de algunos "amigos orejas", situación que
me ha ayudado a comprender también el sentido de muchos
acontecimientos de mi paso por el Opus Dei.
Hace unos días me llegó un mensaje de una numeraria
que quiero mucho. Me decía que después de leer
con calma y dolor mis escritos, confirmaba su camino y agradecía
experimentar la calumnia y persecución de parte mía
(que "había sido de la familia"), y que le
pedía a Dios perdón por el daño que hago
con mi intervención en la web y que ojalá algún
día rectifique
No, no escribo ni me retiro ahora para justificarme o disculparme
ante eso, ni me interesa desmentirlo porque si la Verdad no
se impone ahora, de todas formas terminará haciéndolo
al final de los tiempos cuando no haya "nada oculto que
no salga a la luz". Mi conciencia está tranquila.
Dios, y quienes desde el principio conocen todo el contenido
de mis intervenciones en la web, saben que estuvieron escritas
con respeto y objetividad, y que han respondido a mi afán
por colaborar en el esclarecimiento de la verdad, cuestionar
y hacer reflexionar sobre lo que pienso debe reconsiderarse
y cambiarse al interior del Opus Dei, y el interés
por ayudar y abrir nuevos horizontes de esperanza y alegría
a quienes han salido lastimados en aspectos importantes de
su existencia.
No, les escribo porque no pensaba desaparecer sin despedirme,
y porque al tener conciencia de mi compromiso moral con lo
que he dicho en público, quería darles a conocer
el motivo por el que retiraré mis escritos y ya no
participaré públicamente en la web.
Se trata de esas "razones del corazón que la
razón no entiende", pero que les pido compartan
conmigo: El hombre de mi vida, al que amo profundamente, me
sugirió su deseo de caminar juntos el resto de nuestras
vidas, dejando atrás el pasado, para elevar nuestro
vuelo por nuevos aires en los que no ronden nunca más
anteriores fantasmas, ni siquiera su recuerdo
Sé que me entenderán, y que lo que ya compartimos
es imposible de romper. Hemos extendido puentes que rebasan
fronteras, países, continentes
porque se construyen
en el espíritu y nos han reunido en una búsqueda
y con unos lazos que espero nos unan a todos allá Arriba.
Dios los bendiga.
Gracias por todo.
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