Más
que cien notarios unánimes ...
[Esta narración forma parte del
testimonio de R. -ex numerario brasileño-. Aconsejamos
leer el documento completo,
¿Despedida? en donde se incluye]
El
texto original, en portugués
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español
A pesar de incurrir en algunas imprecisiones y omitir
hechos importantes, es un resumen fiel de los hechos.
(Nota del autor)
R. fue más de veinte años miembro numerario
del Opus Dei en Brasil. En cierta ocasión, al ausentarse
durante una semana del centro donde vivía debido a
su trabajo, fue sorprendido nada más llegar a su centro
y, aún con las maletas por deshacer, con una convocatoria
al despacho del director del centro, quien le comunicó
que, durante su ausencia:
1 - El subdirector del centro, movido por un mezquino deseo
de venganza, había violado el ordenador de R, rebuscando
en sus archivos personales y mensajes de correo electrónico
archivados, en búsqueda de "algo incriminador";
2 - En esa búsqueda el citado subdirector había
encontrado un mail recibido por R, imprimiéndolo y
entregándolo al director del centro;
3 - A pesar de que la actitud del subdirector al violar el
ordenador de R fuera condenable, y aún más por
los motivos por los que lo hizo, aún así el
director aceptó el citado mail e inmediatamente lo
remitió a la Comisión Regional del Opus Dei
en Brasil;
4 - La Comisión Regional del Opus Dei en Brasil, en
la que se presentó R, deliberó y decidió
la inmediata expulsión de R del centro donde vivía,
no dándole permiso ni siquiera para pernoctar en el
mismo;
5 - El director del centro, que debía salir de viaje
aquella misma noche, había aplazado ese viaje para
no ausentarse de la casa mientras R no completara el cambio,
el cual debía realizarse lo más rápidamente
posible.
Destrozado por el shock de tan inesperado comunicado, R acató
las decisiones que le fueron comunicadas y se marchó
inmediatamente llevando consigo solamente la maleta con la
que acababa de llegar de viaje.
Aunque R insistió en que tenía derecho a saber
por lo menos cuál era el contenido del mail extraído
de su ordenador por el subdirector del centro y cual era exactamente
la acusación que pesaba sobre él y por la cuál
recibía tan severo castigo, el director del centro
se negó terminantemente a darle
siquiera el menor esclarecimiento.
En momento alguno le fue ofrecida a R la oportunidad de aclarar
las cosas o de defenderse de las acusaciones que le habían
hecho: su caso había sido indiciado, juzgado, sentenciado
y ejecutado durante su ausencia.
Algunos días después, cuando fue a retirar
el resto de sus pertenencias del centro donde vivía,
R constató que la cerradura de la puerta de la casa
había sido sustituida con el fin de impedirle el acceso
al centro.
Durante los días que siguieron, las autoridades del
Opus Dei en Brasil no intentaron en ningún momento
ponerse en contacto con R.
Cuando R por fin reunió fuerzas y solicitó,
varios días después, audiencia con el Vocal
de San Miguel del Opus Dei en Brasil, finalmente le fue dado
a conocer el contenido del mail robado de su ordenador y que
fue la causa de su expulsión: se trataba de un mensaje
que adjuntaba el "borrador" de una pretendida "web"
sobre el Opus Dei denunciando alegadas irregularidades en
la institución. También en esa ocasión
no le fue ofrecida a R la oportunidad de explicarse o defenderse.
Ninguna acusación había aparte de haber recibido
y archivado el tal mail sin haberlo entregado inmediatamente
a las autoridades del Opus Dei. Irónicamente, R no
había siquiera leído el citado mail con atención
hasta aquel momento, ya que no le había dado ninguna
importancia por tratarse de uno de esos mensajes enviados
multitudinariamente y de origen dudoso.
Después de eso R tuvo que someterse a tratamiento
psiquiátrico a fin de tratar la depresión ocasionada
por esos acontecimientos. El Opus Dei se hizo cargo de parte
del pago de ese tratamiento.
El director del centro de R, Paulo Oriente Franciulli (hijo
del ministro Domingos Franciulli Neto del STJ) y el subdirector,
Pedro Paulo Magalhães de Oliveira Júnior (hijo
de un miembro supernumerario del Opus Dei), que activamente
articularon ese enredo, permanecen hasta hoy en sus cargos.
Parte de sus atribuciones consiste en orientar los miembros
más jóvenes del Opus Dei en lo que se refiere
a su conducta en la práctica del Espíritu del
Opus Dei.
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