Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
OPUS DEI: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Tus escritos
Inicio
Quiénes somos
Correspondencia
Libros silenciados

Documentos internos del Opus Dei

Tus escritos
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
Sobre esta web (FAQs)
Contacta con nosotros si...
Homenaje
Links

DE PSIQUIATRAS Y COSAS PEORES

TAPATIO, 10 de mayo de 2004

 

El día de hoy que entré a leer sus escritos me dio escalofrio al ver el tema de los Psiquiatras. La sangre se me congeló y el corazón se me fue a los pies, recordé mis años en manos de psiquiatras ¿y saben? fue un recuerdo muy desagradable. Volvió a salir sangre de la cicatriz, porque es dolorosísimo saber que el opus dei te explotó al límite y después te manda con un psiquiatra de "buen espiritu" que te hace drogadicto, te oculta la verdad y te convierte sin escrupulo alguno en un vegetal empastillado.

Ahora quiero contarles esa parte de mi vida que no había tenido oportunidad de compartir. Me hubiera agradado contarla en mi experiencia completa pero ya que sale el tema aquí voy.

Antes de irme al centro de estudios, empecé a frecuentar a un médico Otorrinalaringologo, al que aprecio mucho, ya que mi salud nunca ha sido muy buena y me la vivía enfermo. En una de mis últimas citas con èl me preguntó sobre mis hábitos de sueño y mi estado de cansancio. Me comentó que tenía síntomas de depresión leve. Por supuesto me sorprendió ese comentario pero no le di importancia, me regaló unas pastillitas para evitar que la depresin se me desarrollara a algo grave y va a volar de nuevo. Cuando salí de su consultorio me dijo: "Hay algo que te está afectando mucho que tienes que dejar". Inmediatamnte pensé en que tenía que dejar de dar clases en el colegio donde trabajaba, -era muy estresante y me desgastaba mucho-. Al comentárselo solo me respondió: "No sé, piensa bien qué tienes que dejar y hazlo porque si te da cáncer de estómago a los 30, yo no te voy a atender". Por supuesto él sabía de mi petenecia al opus ya que él era supernumerario. Nunca me di cuenta que me decía: "Deja el Opus te vas a morir"

Para no hacerles la historia larga, a la semana siguiente me mandaron al centro de estudios donde mi queridisimo, inteligente, cauto, prudente, sabio, carismático director (nótese el sarcasmo porque es una bestia, seguramente Jacobo Rouseau pensó en él cuando escribió el titulo "el buen salvaje"), al enterarse de que asistía con ese doctor, me prohibió terminantmente volver a verlo argumentando que ya había investigado en la delegación quién era, y que les decia a todos lo mismo (que casualidad no??? no será que todos teníamos lo mismo???). Y sin más me quitó mis pastillas y ya a la buena del señor me acabé de curar de un tipo de neumonía o cosa rara en los pulmones que te sientes como visitando marte.

Bueno, pasaron unos cuantos meses cuando mi salud de nuevo se fue para abajo: no dormía bien, tenía insomnio... Para entonces compartía un triple con uno que roncaba y al otro le rechinaban los dientes (con este dato sabrán en mi pais quién soy). Los Jueves terceros de cada mes caía en un agotamiento aterrador, no me podia levantar ni conectaba cuerpo con mente, es una sensacion espantosa. En una ocasión llegué un jueves por la tarde cosa de las 7:00 p.m sintiéndome de muerte y avisé (avisé, no pedi permiso, si no nunca me hubieran dejado) que me iría a dormir. Desperté el sábado a las 6:00 p.m. ¿Qué pasó en esos dias? No lo sé, lo único que sé es que no recibí visita de nadie. Lo agradezco porque preferia dormir a comer, pero al santo de mi director, ni sus luces. Se enteró por la administración que yo estaba mal. Desperté el sabado, entré a meditacion de San Rafael, me bañé y a dormir hasta el dia siguiente a las 7:00 a.m. En mi vida había dormido tanto.

Estos malestares se repitieron pero por la mañana me era imposible levantarme a las 5:00 a.m. y el director se molestaba conmigo y por las mañanas llegaba a mi cuarto golpendo como loco la puerta. La abría y el muy estúpido me empezaba a cantar a todo pulmón las mañanitas, me quitaba de un jalón las sábanas y después, si no respondía, me gritaba un rollazo de mi falta de voluntad, mi exceso de pereza y esas cosas. Lo que nunca se enteró el muy inteligente es que él se quedaba dormido todos los días a las 2:15 de la tarde (hora de Tertulia) sin poder humano que lo hiciera reaccionar, pero eso no era pereza!!, y por la noche no podía con su alma. Cosa que todos le respetamos.

En concreto habíamos 3 personas en el centro a las que nos cuesta mucho despertar y la batería la teniamos al 100% en la noche, así que los madrugadores hacían su fiesta por la mañana y nos exigían silencio por las noche,s situacion bastante complicada. Nunca se me ovidará las noches que estábamos cenando en segundo turno uno de esos dos y yo, y la aparición del director enojadísimo exigiéndonos irnos a dormir aún sin haber terminado de cenar. Por supuesto lo mandamos al diablo infinidad de veces, era más importante el cigarrito de la noche que las indicaciones del director.

Mi salud siguia agravándose. El problema era que el Director dio orden expresa de que no se me llevara de comer a mi cuarto, y a pesar de las insistencias de la administracion de preparar algo especial para mí, nunca vi nada de desayuno por largo tiempo. Lo que me salvaba era mi inseparable amigo "Eulalio" (asi lo llamaré) al que prohibieron acercarse a mí y a algunos más porque, según los directores, era mala influencia para nosotros, pero esa es otra historia. Bueno, Eulalio se iba a la tienda más cercana y me compraba galletas y panecillos chatarras con leche y me los llevaba cada que me ponía mal. Me cuidó como un hermano de verdad y no solo a mí, a muchos. Ahora lo sigo tratando y le estoy eternamente agradecido. El dejó la obra una semana antes que yo. (Un día les contaré, fue genial)

Despues de mis repetidos episodios de cansancio extremo y mala salud, un día se aparece por la noche mi queridísimo director haciendo uso de su gracia de estado y me dice: "Tapatio, hemos estado pensando que sería bueno que asistieras con un psiquiatra". Mi reacción no se hizo esperar. Se me transformó la cara en un dinosaurio de Jurassic Park y le contesté: "Ni madres, no Estoy Loco". Se asustó tanto que agarró sus cosas y salió del lugar donde nos encontrabamos solo diciendo "piénsalo, luego hablamos". Pasada una semana viene de nuevo, "no pierdes nada" "trata y demás". Casualmente ya había una cita hecha a mi nombre con un tipo que sabrá Dios quién era. Pero al final accedí. (Qué error. El segundo mas grave despues de haber pitado).

Asistí a mi primera cita, sin más que una platiquita sin mucho profundizar, no me abrí ya que estaba el director a un lado como mi vocera. La verdad hubiera salido lo mismo que no hubiera ido yo porque el dire le contó todo de mí (a su modo por supuesto). Me diagnosticaron depresión grave y el doctore me dijo: "No tomes decisiones importantes en tu vida, no eres capaz en este momento" (o sea no te vayas del opus; yo ya habia dicho que me quería ir). Wowww yo, ni deprimido me sentía pero bueno, al llegar a la casa le comuniqué la noticia a mi madre y no pasaron 10 minutos cuando llovieron llamadas de mis hermanos y mi cuñada, que cómo era posible que a mí me diera depresión. Trate de calmarlos diciendo que no era grave y bla bla bla. Bueno de ahí en adelante probé todos los medicamenteos de psicofarma. Recuerdo que alguien escribió en la web una lista, pues es como la mía, ya no recuerdo todos pero ahí van algunos.

Primero que nada el amigo de todo numerari@: Prozac, Adepsique, Anapsique (estos dos son una combinacion de 3 diferentes farmacos), Paxil, rivotril, Fluoxac, Fitofarmacos, lexotan al que me hice adicto. Tomaba 4 pastillas y media diarias recetadas así por el doctor. Y en la lista están más medicamenteos. La última vez que recuerdo eran más de 17, si me acuerdo se los hago saber. Asi que pasé por triciclicos, productores de cerotonina y demas, ahhh claro hasta Litio tomé por toneladas sin que mi hicieran un análisis de sangre siquiera para medir mis niveles. Así que el mismo doctor en 3 años me recetó todo lo posible y existente en las farmacias, y me cambió el diagnostico cuantas veces pudo y los libros se lo permitian para que al final me dijera: "sabes? a ti los medicamentos no te hacen efecto, eres 1 en un millon de personas; lo único que queda es la terapia de electrochoques". En ese momento me sentía tan mal que si me hubiera dicho que comiera ratas muertas en escabeche me las comía. Para entonce yo ya no era del opus. Así que lo consulté con mi family, pusieron el grito en el cielo y fuimos con otro que tambié n era un fraude pero por lo menos en otro sentido; él iba por el dinero, no por la permanencia de la gente en el opus. El resultado fue que el medico que me atendíaa cuando era de la obra al cual me llevaron, dejó de atenderme de la noche a la mañana diciéndome por telefono "Sabes ya no puedo atenderte" y cuelga....

Tres años de mi vida me engañó, me drogó y me mintió. Ahora mismo que estoy escribiendo esto me dan ganas de pararme, ir a su consultorio y romperle el hocico a batazos. (Nótese soy bastante primario)

Por supuesto que los medicamentos no me hacían. Mi problema era otro. Al paso del tiempo decidi desintoxicarme de una vez por todas. Me fui con un medico Holista, me leventé ese dia y no tomé una solo pastilla, tomé el primer avión de la mañana y desde entonces no tomo nada. Me costó horrores cuando me dio síndrome de abstinencia del lexotan, caminaba como loco por toda la casa donde me hospedaba temblando, no dormía, tenía pesadillas despierto, pero al final me limpiaron y ahora vivo libre de todo fármaco. En 3 años lo único que he tomado es un par de aspirinas. Mi salud está bien, o normal, nunca muy buena pero normal, no necesito de una pastilla para "ser feliz" o sentirme bien, aún más, no necesito una pastilla para resolver "mis problemas inexistentes".

El problema es que para el opus Dei el que uno "fuera voluntariamene a un psiquiatra" es un arma poderosísima para desacreditar testimonios de ex miembros. Simplemete si se les ocurre pueden llamarnos enfemos mentales sin más y pasa a lo que sigue, como lo ha hecho con muchos. Desgraciadamente la cantidad de numerari@s que sufren los psiquiatras de la obra o los coludidos con ellos es incontable y en aumento. Es otra de las cosas fraudulentas y más graves, no solo detrozan el alma sino el cuerpo y lo difrazan de Caridad. Qué asco me dan¡¡¡

No quiero enrollarme mas para no aburrirlos, disculpen si en algun momento pierdo la continiudad del estilo pero me salió más del corazón que de la cabeza. Hay muchos datos que omití por tiempo pero espero luego contarlos, creo que es muy importante que la gente lo sepa para que no pase por lo mismo.

A los que han pasado por todo este rollazo, nomás me queda decirles que no se desesperen, que hay más gente que los puede ayudar y dejen de una vez por todas de enterrar la realidad en un altero de pastillas, salgan a respirar y a ver un atardecer, comer una nieve, pasear en bicicleta... al principio les parecerá sin sabor pero con el tiempo agradecerás eternemente tener la oputunidad de disfrutar cosas tan sencillas y maravillosas como respirar.

 

Arriba

Volver a Tus escritos

Ir a la página principal

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
OPUS DEI: ¿un CAMINO a ninguna parte?