CONTRADICCIONES
EN LOS COLEGIOS DEL OPUS DEI
Autor: SATUR
2003
1. Estuve veinte años...
2. Trato a las familias...
3. Motivos para llevar a los hijos a
los colegios
4. Curiosos padres
5. Cursos de formación y retiros
para padres
6. No siempre los colegios del
opus fueron así
7. Consecuencias de esa formación
8. Yo no llevaría a mis hijos
Estuve veinte años dedicado
profesionalmente a colegios del opus -obras corporativas y
Fomento (la distinción entre obras corporativas y personales
da para una tesis) y Labores Personales (que no son del opus
Dei, aunque sí son, pero no, o sea (como Covadonga)
que de algún modo se podría decir que sí,
aunque no de suyo)...
En los colegios las contradicciones son tan variadas, y abarcan
tantos campos, que no resulta fácil distinguirlas y
simplificarlas. Lamento tener que poner ejemplos, pero así
resulta más plástico y, qué caramba,
más divertido.
Hay mucho supernumerario/a, -¡ojalá se atrevieran
a explayarse aquí en lugar de ir rajando en paradas
de autobús!-, que matriculan emocionados a sus niños
Josemaría, Montse, Alvaro, Isidoro, Javier... y que
a los catorce años y medio les pitan, y siguen emocionados,
dando sinceras gracias a Dios por el don de la vocación.
Tres años después muchos de ellos sufren el
desengaño de comprobar que sus hijos, que tan felices
se prometían en su futuro, y ante una dejación
de sus derechos de padres al club de turno, regresan al hogar
desorientados, drefraudados, cuando no enfermos...Y es que
está en la configuración del opus el proselitismo
con los hijos de supernumerarios, con cualquier familia, pero
especialmente con los de los suyos. A cualquier precio, sin
mirar idoneidades ni prudentes esperas. Van a saco. Yo fui
a saco, expoleado por el de San Rafael de turno, normalmente
un Prelatureitor más del opus que la cruz de palo...
de esos que si les besas tienes 500 días de indulgencia,
por lo menos.
El profesorado de "casa", algunos bastantes, con
los años se amojama, raja cosa mala, y son auténticas
rémoras en el casco de esos colegios. Supernumerarios,
agregados y numerarios que no saben dónde ir, defraudados,
quemados, que mejor no preguntar a qué dedican el tiempo
libre, porque es para llorar. Mucha miseria, mucho peloteo,
y miedo a cambiar, a gritar. Como el amor en San Pablo, lo
soportan todo.
Iluminados en puestos de dirección, que proponen nuevos
planes, nuevos modos (buscando lo mismo), que sin consultar
la tradición de sus mayores, despreciándolos
y teniéndolos por necios, los aparcan ,ningunean e
ignoran; tipos realmente peligrosos porque se juntan la falta
de luces, con entusiasmos inmaduros, infantilizados, pelín
milagreros, fanáticos de pata negra que enhuertan a
miles de profesores, familias, sin temblarles el pulso.
En el tiempo que yo estuve vi cambios pedagógicos
apostólicos que daban vergüenza ajena. Lo dije,
y así me fue: el chico está mal. Asistí,
era directivo en un colegio, a una sesión en Madrid
para temas de Preceptuación y Orientación que
fue como escuchar al guionista de las señales horarias
de Radio Nacional de España durante dos horas. ¡¡¡
Alucinante!!!: ¿cómo se puede confiar en gente
que el último niño que ha visto fue a su hermanito?.
¿Cómo se atreve una señorita a hablar
con una seriedad pasmosa sobre sexualidad y relaciones matrimoniales,
cuando no ha visto, ni olido el amor sexuado, el beso, el
abrazo, las broncas, las reconciliaciones, la locura apasionada
donde vale todo porque uno/a no está para semones?.
Si dices "pene" y cree que quieres cantar "Fieles
vale la pena", pero en portugues... ¿Cómo
se puede poner por escrito un criterio a todos los colegios
del opus, Fomento o Corporativos, diciendo que si viene una
madre sola a la tutoría no le puede recibir el tutor
a solas (ni con la puerta abierta - criterio anterior), sino
que irá acompañado de otro profesor (por supuesto
los dos juntos, los tres, y la puerta abierta, no vaya a ser
que se monte un trío allí del patín de
la baraja).
Y, claro, ese criterio no lo sigue ni Víctor García
Hoz... aunque seguro que algunos habrán que lo hagan
ante el pasmo de la pobre madre, con once hijos, el marido
trabajando, que asiste a la preceptoría del último
chalval (Juanpablojavierín)...
La interferencia de la prelatura en los colegios es total;
hasta tal punto que los cambios, también en Fomento,
son promovidos la mayoría de las ocasiones por las
delegaciones del opus o por la Comisión de España.
¿Los motivos?, muchos; basta que uno deje de ser "proselitista",
o que se haga caso a los miles de chivateos y faltas de discreción
o, lo que es más grave, se haga uso de las confidencias
y confesiones que se conocen en los centros y que se hacen
saber por informes a las delegaciones, para que una persona,
sin saber ni entender nadie el porqué, sea destituido
de su cargo, o de su condición de profesor. Hay caso
patéticos y ridículos. Conozco un alto cargo
que dirigía varios colegios , fue cesado fulminantemente
por calumnias propaladas desde esa dirección a la Comisión
por su trato confiado con alguna secretaria (supernumeraria
ella), "que si iba mucho al despacho", que
si dedicaba demasiado tiempo a ese departamento,
que si ella le tenía hipnotizado... total, tanto
fueron con la murga a Comisión que al chico, que estaba
muy lejos de semejantes confianzas, le cesaron y le enviaron
a una fundación "para que tuviera algo que hacer
por las mañanas mientras la administración limpiaba
el centro" (textual de un supernumerario enriquecido
por el cambio).
Hace un año en un colegio de mi ciudad una numeraria
fue echada después de 23 años en él,
y nadie se explicaba los motivos (es más, hubo una
movida de padres, de alumnas y de profesoras, por no entender
qué razones había)... a mí me explicaron
una, que aquí no escribiré, pero el motivo venía
desde el centro de la numeraria, vía delegación,
y era un caso de conciencia, nada público ni escandaloso.
En su ingenuidad el opus pensó que la numeraria tragaría
e iría a otra ciudad y a otro centro (ella tampoco
sabía los motivos, fue la primera sorprendida), pero,
naranjas de la china, se piró y el portazo sonó
como un signo de interrogación...
Se presiona a los colegios para que trabajen como becarios,
o no, numerarios de los clubes. Da igual si son idóneos
o no, si van a dedicarse en el futuro a la Enseñanza,
eso es lo de menos. Hay casos de risa, porque son chavales
que van destroyer total, y las arman del treinta y tres. Estos
van sólo y exclusivamente a por socios para el club
y pitables; da igual si perseveran o no: sólo el número.
A los profesores "no de casa" los tienen martirizados
con charlas al principio de curso, a mitad y al final donde
parece que lo más importante es que hagan la visita
y saluden al Santísimo al llegar y al marchar del colegio.
La verdad es que la mayoría pasa, y el pelota, sobretodo
si está contrato indefinido, a partir de mayo se torna
especialmente piadoso y sensible a las mociones del Espíritu
Santo en su alma. En principio no se cuenta con ellos para
tutores, pero hay colegios que no les queda más remedio
que aceptarlos, entonces se producen situaciones de traca.
Padres, que saben de qué va, pidiendo a gritos a esos
profesores, pues saben que no son del opus y van más
lights, profes "no de casa" que no se aclaran y
andan intuyendo quien de sus padres es del opus y quien no,
y así venden la 'amoto' según cómo les
va; el prelatureitor que les endilga las familias más
petardas y problemáticas para quedarse él las
estupendas...
Uno de los asuntos más delirantes en los colegios
es la formación espiritual, de la que es responsable
directo el opus dei. Es frecuente que se encomiende a sacerdotes
numerarios con muy poca experiencia y que van a degüello,
con toda la buena fe del mundo, sobre las conciencias de los
críos.
No era extraño encontrarte cada año algunos
chavales que el sacerdote le había negado la absolución
porque no le veía "propósito de la enmienda"
en asuntos como la masturbación, o el que, pobrines,
veían de vez en cuando películas o revistas
porno... Y eso se sabía en todo el colegio. No se me
olvida un día que impartiendo una clase llamaron a
la puerta y apareció el cura pidiendo que saliera "fulanito",
y el tal fulanito se levanta del asiento y a gritos, en medio
de la clase, le dice:¡no hace falta que me llame, ya
se lo digo desde aquí: me la he "pelao" cuatro
veces!". Sin comentarios.
También en los colegios atienden la labor espiritual
sacerdotes agregados al opus dei, o a la sociedad sacerdotal
de la santa cruz (en fin, otro lío que se tienen allá
dentro con lo de los agregados de la prelatura y los que son
de la santa cruz, que no lo entiende ni Santo Tomás).
Pues bien, estos sacerdotes tienen más experiencia
pastoral, más sensibilidad, y más respeto por
el sigilo... y acaban con el confesionario lleno. No pocas
veces eso ha creado celos entre unos con otros. Solución:
el numerario se pasea por las clases sacando chavales a destajo,
cuando quiere y a la hora que quiere (y cuidadín que
no dejes salir a alguno) citándolos en el despacho,
y el agregado, normalmente, celebra la Misa del colegio, y
confiesa a algún curso que está más quemado
que Stallone en Acorralado.
Poco a poco a los sacerdotes numerarios les entra, a base
de bofetadas, un cierto sentido común, y algo de prudencia,
entonces, ¡hala!, a confesar agregadas viudas, y a poner
un presbítero Hulk nuevo.
Con el tema de la sexualidad son realmente obsesivos (reconozco
que yo en mis primeros años también lo fui,
es lo que me enseñaron). Es cierto que Escriva DE BalaguerY
(lo de la Y es buenísimo) Albás aconsejaba no
hablar de esos temas, pero aunque no se habla, sale por todos
los lados ya sea como criterio, como problemática,
o como enemigo a batir. Hasta tal punto que preguntas que
ahora me costaría hacer, se hacían con una facilidad
pasmosa. Incluso a críos que lo de "masturbarse"
le sonaba a apellido de malo de película de James Bond.
La verdad es que hay mucho cura numerario que acaba mal de
la azotea, y es normal, si se tiene en cuenta que se hacen
sacerdotes no por vocación, sino por necesidades de
la opus, porque se lo pide el prelado; claro que se pueden
negar, pero se conocen pocos. Y el tiempo, la vida que llevan,
la cantidad de criterios que deben vivir, las bendiciones
con el Santísimo que han de impartir, los huertos que
deben de atender, el escuchar insulsas confesiones de los
de dentro (he retrasado tal norma, omití tal otra...
realmente "escandalosas"), y los pecadotes de los
de fuera... junto con unas direcciones de almas pobres y repetitivas,
dejan huella en la psiqué de un modo patético
y, a veces, dramático. Al final, depre, y allí
me las den todas, ¡que arreé otro!.
Las convivencias de los colegios son para escribir un libro
tipo "Si Popeye y Olivia no mantienen relaciones, ¿de
donde sale Cocoliso y por que se parece tanto a ambos? ¿Cómo
un tipo como Brutus se pirra tanto por una raspa como Olivia?
¿Cómo puede Olivia ser tan rematadamente fea
y trabajar en televisión? ¿Por que la policía
no detiene al que le pasa las espinacas a Popeye siendo su
efecto de sobra conocido? ¿Son en realidad espinacas?...
o son psicodrópicos?"... Lo más de lo más.
Lo cierto es que, en general lo pasas muy bien, pues te deshacías
en miles de ideas, cada una de lo más original, para
rellenar el tiempo entre meditaciones, Misas, rosarios, oraciones
y, lo más difícil, pasar las tertulias. Las
tertulias en sí mismas es todo un género. Lo
habitual era invitar a alguien a que contara su vida. Había
de todo, como el anuncio de Cocacola: el director de sanrafael
que te endilgaba los últimos favores de Escriba DE
(lo de DE es también muy bueno) Y (no se lo pierdan
lo de la Y) Albás... algunos tan peregrinos como aquel
que perdió la medallita en la playa y al día
siguiente fue con la estampa, y ¡pataplan!: la medallita.
Y el dire añade emocionado "luego dirán
que Dios no existe".
También estaba el simpático de turno que te
contaba su vida y milagros -no sé cuantas novias, aventuras
portentosas, chistes y canciones- y pasabas unas horas full;
o el que inventaba -cada año era invitado y, claro,
pensabas que ya te conocías todas sus historias-, hasta
la locura: era famoso uno que si le decías que había
un chaval a punto de pitar y que sus padres estaban separados
llegaba el tío y contaba lo que le costó hacerse
a él del opus por que sus padres se acababan de separar
y patatín patatán...
Había auténticos especialistas en remover corazones
y levantar entusiasmos. recuerdo uno en una conivencia del
UNIV en Roma, vivía en Bruno Buozzi, que nos pidió
que le montaramos una tertulia de pitables de varias delegaciones
en Buozzi. Así lo hicimos. Inolvidable. Tenía
al lado al de sanrafael de una delegación que parecía
haberse duchado con tipex al escuchar aquella bestia: "a
mí cuando me dicen "opusino", pues me giro
y digo "¡¡¡me tocas pepino!!!! (y se
levantaba el tío y se daba un zanjazo con la mano en
su pepino)..." ¡porque yo soy potente!, ¡sí
señor, soy potente. Y si me he hecho del opus dei no
es porque no pueda follar, sino por amor, "porque sí
que puedo follar... ¡joder si puedo!". Aquella
tertulia fue apoteósica porque a los chavales esas
cosas les pone que no veas.
"Y para tener vocación no hace falta saber si
la tienes o no, basta que se lo pidas a Dios hoy, ¡¡¡hoyyy
y aquí, en el oratorio de aquí!!!, y Dios te
la da, porque Dios no es tonto, es la Suma Inteligencia, y
te dará vocación aunque no la tengas" (textual).
La versión de la fundación del opusdei merece
la pena que la recoja Pilar Urbano: "estaba Dios en el
cielo y vio a los putos humanos que estaban más perdidos
que ná y dijo "voy a hacer el opus dei",
y cogió a nuestro Padre y se lo insufló"
(textual). Total, salieron de allí un buen puñado
de vocaciones al opus que, por supuesto, días después,
ya en sus ciudades, pincharon todas y nos las tuvimos que
comer con patatas por culpa de aquel desequilibrado.
En las tertulias se crean auténticos mitos dentro
del opus, leyendas vivas, que no sabes qué es verdad
y qué es mentira, y corren de boca en boca como los
relatos medievales. Están los intrépidos, los
muy inteligentes y sagaces, los superapostólicos de
patanegra que van provocando conversiones como el carro de
Manolo ("donde quiera que voyyyyy"), los que eran
muy malos muy malos y ahora son muy buenos muy buenos, los
que eran muy ricos y con novia guapííísima
y lo dejaron todo por el opus, los payasos... En fin, ya digo,
como el anuncio de Cocacola...
Trato a las familias
Otro asunto: el diferente trato a las "diferentes"
familias que llevan sus hijos a los colegios. Recuerdo que
se puso de moda durante varios años unas fichas donde
había que rellenar datos de padres VIPS de los colegios.
Había algunos directores con auténtica obsesión
no sólo por pillar al crack de cada curso, sino que
si la familia llevaba un DE y una Y en los apellidos, entonces,
se deshacían. A esas familias se les invitaba, se les
jaleaba, no se paraba hasta introducirse en su casa con cualquier
excusa... Ejemplos podría contar muchos, algunos tan
ridículos como el director de calesa y palio que montó
un comedor pequeñito y cuqui para ir invitando a matrimonios
"one", haciendo que una pobre chica que atendía
el comedor de los alumnos les sirviera en plan "Retorno
a Briedshead".
Ése, y he de reconocer que yo también (a fuer
de ser sincero), cuando venía a tutoría una
mamá tipo C (una panadera del pueblo más cercano,
de cincuenta años, un metro cincuenta, gordita y que
cuando habla dice "asín", o "me le suposo")
le duraban dos minutos, pero cuando aparecía por allí
Lady Rochester de Lâncome, aunque no fuera de tutoría,
se deshacía en halagos, risitas, cumplidos y remilgos
(yo, la verdad, lo de besar la mano ya me parecía exagerado).
Y, como el de la canción, se le hacían las diez,
y las once...
Y es que no te das cuenta, hasta que te vas, de que poco
a poco vas cayendo en un mundo donde hay muy poco amor y mucha
tontería. Los agregados saben mucho de esas faltas
de caridad con respecto a su posible estatus social, económico
o cultural.
Es normal que, pasado el tiempo, muchas de esas familias
top- ten acaben quemadas con el colegio... sobretodo si los
hijos tienen problemas de estudios/carácter. No hace
mucho me pararon por la calle unos padres de esos que hace
dos años montaban unos saraos en su chalet para los
directores del colegio, y algún profesor, y hoy los
sacan de mala manera porque a uno de los hijos le hacían
repetir. Lo que más les duele, dicen, "la cantidad
de horas que hemos dedicado (se equivocan, las horas se las
han dedicado los directivos para conseguir lo que querían),
y la cantidad de donativos que nos han sacado (¡exacto:
por eso les dedicaban tantas horas!)"
Hay una platina de clasismo, incluso en las obras corporativas
de agregados; y es que en el seno del espíritu del
opus se forma en una politesse algo rancia y pasada; los centros
están decorados según los gustos del fundador,
parecen todos medidos por el mismo patrón: visitas
uno, y ya has visto todos.
Anécdota simpatiquilla: recuerdo que se puso en muchos
centros una afoto de Escriva De Balaguer Y Albás de
joven, en el banco de un parque, con su hermano Santiago sobre
el banco, y vestido, el fundador, con un sombrero así
como muy chulimangui, y un traje pelín curioso.
Yo
solía recibir las charlas de los supernumerarios de
mi grupo en la sala del centro donde estaba esa fotografía,
pues bien, un día , uno de ellos me dice que tiene
una curiosidad, pero que le daba vergüenza preguntarla.
Yo le miré con cara de San Juan Bosco dando caramelitos
a sus poverellos, y le animé a que preguntara, además
ese hombre llevaba en el opus como 25 años... y va
el tío, todo coloradote, y señalando la afoto,
me pregunta "he visto que se pone la foto de Harold Lloyd
en muchos centros, ¿porqué?". Verídico:
¡¡¡preguntó totalmente en serio que
hacíe la foto de HAROLD LLOYD, no se lo pierdan, en
los centros del opus dei!!! Pobrín, 25 años
preguntándose qué narices pintaba Harold Lloy
con el opus dei,y dónde coincidirían Chema y
Harold , la impronta que Harold dejó en Chema para
que pusiera una foto suya en todos los centros y para siempre.
Le despejé la duda lo mejor que supe: le dije que
nuestro padre amaba las películas de Harold por su
alegría sencilla y limpia tan propia de nuestro espíritu
y que, en agradecimiento a tantos buenos ratos viendo sus
películas en los tiempos duros de Roma, decidió,
para que recordáramos esa alegría descomplicada,
que una foto de él estuviera en todos los centros.
Y el tío tan contento.
Motivos para llevar a los hijos
a los colegios del Opus
Uno de los asuntos más asombrosos - desde el punto
de vista "institucional"- es la cantidad de matrimonios
que llevan a sus hijos a los colegios por un motivo absolutamente
anecdóticos: está cerca, tiene nivel social
- económico, viste... en fin, que se presume, se pisa
moqueta. Para nada se elige el colegio por motivos de sintonía
ideológica. Esto tarde o temprano acarrea problemas
en la vida misma, y no pequeños. Porque, claro, el
colegio y sus prelatureitors van por un lado, y bastantes
familias van por otro.
Anécdotas a patadas: recuerdo una conferencia de un
crack de Madrid donde habló, así como de pasada
(pero pensando que allí todo el mundo estaba en "sintonía")
de hacer que los hijos fueran piadosos, y no se le ocurre
otro ejemplo que el del niño con padres separados que
reza por sus "papás" para que vuelven a estar
juntos ¡¡¡La que se armó allá!!!.
Y es que en hay mucho experto con consejos más estrechos
que el código de barras de Mundo Cristiano, incapaces
de entender la vida misma (hay muchos del opus que piena que
la gente se separa sin dolor, sin sufrimiento, por puro egoísmo)...
y que toda la clientela de Fomento, o de cualquier obra corporativa,
piensan igual que ellos.
En cada colegio hay unos cuantos, normalmente agregados o
numerarios, que montan sus numeritos. Uno le armó una
bronca a un chaval porque se rió en el "Angelus"
y le gritó como un poseso: ¡¡¡DE
MI MADRE NO SE RÍE NADIE!!!. Y va y le mete un castigo
tipo Vietcong para que se enterara. También está
el que cree que los hijos de los demás son sus hijos
y se mete a dar unos consejos que ni Jiménez del Oso
en sus buenos tiempos... Y es que son incapaces de meterse
en la piel del otro.
¡Es todo tan contradictorio!: no son pocos los padres
-ya hablaremos de los "ex" que llevan a sus hijos
a colegios del opus sin estar de acuerdo y sabiendo donde
se meten-, que aconsejan a sus hijos no hacer ni caso de los
que les cuente el cura, o en la clase de Religión,
o el tutor cuando le pregunta por la "pureza"...
Al final, el que paga es el hijo/a, porque nada de esto quita
que los críos tengan simpatía por sus profesores.
Prefieren, los padres, ir "presumiendo con que mi hijo
va a tal colegio" que las consecuencias de esa educación.
Y la propia contradicción del opus que acepta esos
clientes, conociendo su posición, por puros motivos
económicos.
En Granada, el prelado se enfadó hace tres años,
y le doy toda la razón, porque los colegios de la zona
(Marbella incluida) eran un vivero de pijos con familias muy
lejanas a lo que se suponía tenía que ser un
colegio de esos; pagaban un pastón, hacían lo
que les petaba, se pasaban por el arco del triunfo el espíritu
del opus, y lo que fuera. Se enfadaba porque, decía,
no hay derecho que supernumerarios sin posibilidades económicas
para pagar esos colegios, o cooperadores, se les negara una
mínima beca que les facilitara el ingreso en unos colegios
que, ellos sí, entendían... Pero ¿¿¿quién
lo entiende???: si son ellos, los del opus (prelado incluido),
profesores y dirección, los que han llevado a sus colegios,
educación, estilo, posición, etc, a ese callejón.
Si hasta te encuentras gente de posición social media-
baja (normalmente supernumerarios) que va por encima de sus
posibilidades sólo por aparentar y que sus hijos no
queden en ridículo delante de los demás de su
aula.
En fin, todo patético, contradictorio, y falso.
Curiosos padres
Una especie muy curiosa en los colegios son las familias
formadas por ex numerarios/as, ex agregados/as... para darles
de comer a parte. Se dice que la vida es como un jardín
botánico donde de unas plantas admiras sus colores,
de otras su perfume, de aquellas su extraña belleza,
de las de más allá su figura, incluso las hay
que te sorprenden de los raras que son; pues eso.
Clasificación (por orden de portentosa rareza). Se
agruparan los ex en un ente de razón que denominaremos
ex nugregados, porque si no, nos perdemos en la frondosidad
de variables; perderemos profundidad científica, pues
no es lo mismo ser numerario/a que agregado/a -y a su vez
no es lo mismo ser de la sección de varones que de
la de mujeres-, pero ganaremos en sencillez de exposición.
No se cuentan ex numerarias auxiliares porque en 27 años
no conocí ninguna que fuera madre de un colegio en
los que yo trabaje.
a) Ex nugregado/a casado con ex nugregado/a y que son
supernumerarios. Consejos a profesores: ojo, pestaña,
que la vista engaña. Si los niños son majetes,
no problem; si son de esos de "es listo, lo que pasa
es que no se esfuerza", tiembla. Termineitor a su lado
es una profesora de Kindergarden en P-1. Son críticos
con la posible vocación de sus hijos, saben del colegio
más que nadie, y del opus ni cuento: cofundadores a
nivel del "Sotanillo". Frase que repiten mucho:
¡¡¡Ay si quién yo me sé levantara
la cabeza!!!. ("Quién ellos saben" es quien
sabemos todos...!!! y que no levante la cabeza!!!). Amenazan
mucho con ir a la Delegación, incluso a Comisión...
en circunstancias muy dramáticas apelan al mismísimo
Echeve que les recibió una vez en no se sabe donde
y tienen afoto y todo.
Situación económica: o muy forrados, o sin
un duro. Todos llevan la Monovolumen Voiyaguer (conocida en
los concesionarios como la Balaguer).
b) Ex nugregado/a casado con supernumerario/a.
Si ella es la supernumeraria, el tipo "ex" pinta
más bien poco. Acomodaticio y panfilín. Buen
chico. Si él es supernumerario la "ex" suele
parecerse al tipo A. Pero al estar sola suele ser más
agresiva cuando se enfada. También cofundadora tipo
Paso de los Pirineos. La "ex", cuando se pone muy
chula, cita puntos de Camino, hace correcciones fraternas,
recurre a parábolas evangélicas y nombra alguna
numeraria que trabaja en Villa Sachetti (lo de Sachetti no
es broma, se llama así). Muy crítica con la
posible vocación de los hijos. Si ella es supernumeraria,
normalmente, están forrados. Si él es el supernumerario,
también.
c) Ex nugregado/a casado con ex nugregado/a y que no
son supernumerarios. Especie en extinción.
Peligro total. No acercarse. Más peligrosos que Espinete
en una fábrica de globos. Se queman muy pronto; no
suelen terminar en el colegio. Bruce Lee a su lado es una
postulanta de la Santa Infancia. Estos hacen corecciones fraternas,
apelan a la parábola del Buen Pastor de un modo recurrente,
amenazan directamente con Echeve, saben más del opus
que el mismísimo Escrivá, (ellos fueron, de
hecho, los que volteaban las campanas de la Iglesia de Nuestra
Señora de los Ángeles aquella mañana
del 2 de octubre que aún resuenan en mi corazón),
van a degüello con el resto de padres y profesores que
no están en su honda. Supercríticos con la vocación
de sus hijos, los clubes, el colegio, el chófer del
autobús, el comedor del colegio, las extraescolares,
las fiestas del cole, con la capellanía, las pelis
que se proyectan en las salidas culturales... en fin, con
el planeta Tierra en general.
Pregunta del millón:¿qué hacen en esos
colegios el tipo A, B y C?. ¿Eh?, ¿qué
hacen?. Pues no tengo ni idea. Hay quién dice que si
es por intereses familiares espúreos (abuelos supenumerarios
tipo Gior (un poco de Pasta basta...), otros aducen que si
es el síndrome de Estocolmo... Yo, desde luego, no
me atrevo a hacer ninguna conjetura, lo que sí digo
es que haberlos haylos y al que le toque sufrirlos que sepa
que tiene en mí un promotor de su causa de beatificación.
Y que siempre le guardaremos un cariño muy especial,
aunque sea del opus ese profesor, porque no hay que desear
el mal a nadie, sea quien sea. Amén.
Cursos de formación y retiros
para padres
En todos los colegios se ofertan cursos de orientación
famliar para padres, y también de formación
espiritual como los retiros mensuales y los cursos de retiro
que, en estos casos, eran por separado.
Los retiros mensuales, al menos esa fue mi experiencia, costaba
mucho que salieran adelante y el nivel de "escaqueo"
del personal de la prelatura era importante, sobretodo de
numerarios y agregados que son los que, teóricamente,
atienden el medio de formación. Lo habitual es que
allí estuviéramos un jueves al mes de 19.30
h a 22.00 h algún pringadillo, y los padres de siempre
(gente, en general, muy maja comprometida y tal y tal). La
riqueza de contenidos y de actividades de los retiros mensuales
era, por decirlo rápidamente, como una piedra: eterna,
sólida, simple, inamovible.
Comenzaba con la lectura espiritual -donde solíamos
estar el que leía, uno que preparaba la mesa de meditaciones,
y el sacerdote en el confesionario-, y terminaba con la Bendición
con el Santísimo y estampida general. Si era en ciudad
de provincias podías escuchar la misma meditación
hasta cuatro y cinco veces al mes: en tu meditación
semanal en el centro; con el mismo sacerdote en el retiro
mensual del colegio; con el mismo sacerdote en el retiro mensual
de los supernumerarios; con el mismo sacerdote en tu retiro
mensual con los del centro y, también con el mismo
sacerdote si caía que tu centro atendiera un curso
de retiro. Si el sacerdote era un tipo divertido, pues bueno,
pero si era un ladrillo...
Anecdotón:
Me tocó atender como director un curso de retiro;
como suele ser habitual fuimos solos el sacerdote y yo, y
unos veinticinco asistentes. Total, que a media tarde del
primer día veo a un pobre hombre que intenta escapar
en plan dibujos animados, ya saben, de puntillas y mirando
izquierda y derecha entre pasillos. Me crucé con él
en el aparcamiento, y le pregunté que porque se escapaba,
que podía hacerlo, pero que diera una explicación.
El hombre, sudando, jadeando y azorado me contestó:
"Mire, esto no es lo mío; a mi es que me dijo
mi jefe, que es del opus, que viniera aquí y que hiciera
lo que viera, que me iría muy bien; y, claro, yo aquí
veo cosas muy, pero que muy raras. Primero, lo de que no se
habla; luego, por la noche, llaman a mi habitación
y me pregunta un tipo "si tengo agua bendita", le
contesto que no sé, y le pregunto si no le funciona
el grifo del lavabo, y se me echa a reír y me dice
"nada, nada, déjalo". Al día siguiente
bajo a la capilla vestido de vaqueros, como llegué
el día anterior, y me encuentro a la peña de
punta en blanco, con su traje, sus librito, y a mi nadie me
dijo nada de trajes... en esto, patapán, se apagan
las luces y todos de rodillas a la voz de ya y aparece un
cura que con una lámpara, en medio de la oscuridad,
empieza a hablar con un careto que asustaba (la verdad es
que aquel cura se ponía el flexo casi en la barbilla
y parecía la momia de Bety Davis).
"Termina la Misa y hago ademán de salir de la
capilla para subir a la habitación y ponerme corbata
y américana pero, jolines, allí no se mueve
ni Tarzán, y a mitad del pasillo de la capilla me vuelvo
a mi sitio. Todos callados. Yo alucinando que no veas y preguntándome
cuando acabara eso; y en esto vas tú y dices no se
qué de la Virgen María y todos a una contestan
"roroporroro", o algo así. ¿Qué
era eso?, ¿una consigna?. Sois muy raros. Me subo a
la habitación más agobiado que el fontanero
del Titanic, me cambio -mi corbatita, mi americana, mi colonia-
y cuando bajo a desayunar, que lo mío me costó
encontrar el comedor porque esto es más grande que
mi pueblo y es la primera vez que vengo, no hay ni su padre
desayunando, se habían ido todos.
"Comienzo a preparar mi tostada y se abre una puerta
y aparece una señora de uniforme; la saludo "¡hola,
buenos días!". me mira con cara de Rottermeyer
y cierra la puerta sin decir ni mú. Al rato, otra vez
que se abre la puerta y aparecen dos señoras de uniforme
y yo, pues lo mismo" ¡buenaaaas, que tal!".
Y me dice una "¿podría abandonar que tenemos
que pasar a recoger?", y yo "por mí, recojan,
termino enseguida". "Que no -contesta la novia de
Chuki- que se tiene que ir". Lo dice en un plan, que
salí zingando porque esa tenía pinta de denunciarme
por acoso.
"Salgo al pasillo, ¡¡¡sorpresa!!!,
soy el único que va trajeado. ¿Qué pasa?,
pues no lo sé, pero la gente va con vaqueros y en plan
desenfadado. Vuelta a la habitación a cambiarme.
"Bajo de nuevo. Todos en silencio.Yo callado también.
Y de repente, sin venir a cuento, el del agua bendita de la
noche anterior grita al mundo todo " ¡¡¡¡¡¡
VIVA JESUS SACRAMENTADO!!!!!. Yo pego un bote del treinta
y tres, y la gente contesta ¡¡¡VIVA POR
SIEMPRE!!!, y se ponen a andar alrededor de un patio, todos
en el mismo sentido, diostesalvemaría, diostesalvemaría...
¿cuando iba a terminar?, ni idea, yo allí estaba,
en medio del pelotón, dando vueltas hasta que alguien
parara aquella locura que parecía no tener fin. Menos
mal que la paraste tú, aunque no sé como no
lo hiciste antes..."
"Llega la hora de comer y vas y tocas una campanilla
- piticlínpiticlín- y llega uno a mi lado y
se pone a leer el sólo un libro en voz alta, y allí
a nadie le extraña. yo pensé " ¿porqué
lee este tío y no leen más, no sé cada
uno su libro, y en silencio?. Yo, después de lo de
dar vueltas, ya estaba preparado para todo. Y en esto que
llega el tío, que estaba a mi lado leyendo como un
desgañitado, y me endosa el libro. Eso ya me parecía
demasiado. Me hago el orejas e intento mirar para otro lado,
como que no lo veo... ¿Y a quién veo?: a la
Novia de Chuki que viene hacia mi con una bandeja. La sonrío.
Nada, la señora, plantada a mi lado como una estatua
ofreciéndome el primer plato. Me salvó de leer
el libro que otro de mi mesa leía con más fuerza.
Le digo "gracias", y vuelvo a sonréir, pero
creo que le duraba el mosqueo del desayuno porque no movio
un pelo.
"El del libro va y me lo ofrece. Yo no había
leído en mi puñetera vida un libro en público,
y ese tenía palabros muy raros, ¡hala, a sudar
como un cerdo de los nervios!,y la gente partiéndose
el pecho de risa con los fallos (la verdad es que tuvo errores
descomunales, como aquel que en un Vía Crucis leyó
"la ESPALDA de Pedro brilla en la noche")
En fin, por más que le intenté hacer ver que
aquello eran modos normales y tradicionales de la Iglesia,
el tío me interrumpía diciendo "que no,
que no, que yo me voy de aquí y no paro hasta el jueves
de la semana que viene; que sois muy raros".
La anécdota es real, de retiros hay muchas en este
sentido, y tengo para mí que un poco raros sí
que éramos.
No siempre los colegios del opus
fueron así
No siempre los colegios del opus fueron así. Hay que
distinguir obras corporativas (las que sí son, para
entendernos, opus opus), y labores personales (las que son,
pero no, aunque sí). Las obras corporativas (Gaztelueta,
Retamar, Tajamar, Xaloc, Viaró, Altair...), desde el
principio buscaron gente muy buena para llevar a cabo un proyecto
ambicioso e innovador. Tenían el reto de construir
un modelo privado distinto a los tradicionales de la Iglesia
y se decantaron por el anglosajón. Se hicieron, según
mi modo de ver, muy bien las cosas, asentadas en personas
que no venían en su mayoría de la educación.
Gente inteligente, entusiasmada, sin más órdenes
que una ilusión. Conocí a bastantes de esos
primeros que, curiosamente, casi ninguno con el tiempo siguió
en el mundo de la educación. Presumo de haber sido
formado por ellos; lejos ese estilo del que después
se fraguó, en parte por razones económicas,
en parte porque ya no se encontraron cabezas dispuestas a
seguir la tradición en la enseñanza media y
hubo que acogerse a lo que había: una tribu de pedagogos,
psicólogos y, en fin, gente de un perfil elemental
y acomodaticia con la voz de su amo. Las delegaciones,
que con el tiempo también bajaron la selección
del personal, comenzaron a mangonear en lo que Antonio Ruiz
Retegui llama el estilo. Y aquello se diluyó
en un galimatías difícil de explicar.
Lo de Fomento fue peor, porque lo cierto es que las obras
corporativas aún defienden cara a la galería
la profesionalidad, y ese querer hacer las cosas a su manera,
pero bien hechas. Fomento es un barco a la deriva que ya sólo
le queda cambiar el lema de Enséñales
a navegar por el de Fomento no se hunde, Fomento
bucea. Es un barco a la deriva en lo económico
-¡y mira que llevan cambios en la alta dirección
buscando el buen rumbo!: yo conocí tres directores
generales y no sé cuantos directivos de medio pelo,
que sin venir a cuento y sin más explicación
desaparecían de la noche a la mañana sin decir
oste, ni moste. Pero claro, antes, cada uno de
ellos había montado su peculiar revolución dentro
del sistema y, como en toda revolución, se cortaban
cabezas, se movían cargos, se cambiaban estilos...
Y se dejaban muchos cadáveres en la cuneta. Y a los
que se quedaban se les hundían todas las ilusiones,
esperanzas y promesas (¡¡¡anda que no se
han prometido cosas en la historia de Fomento!!!).
También es un barco a la deriva en proyecto educativo.
En cinco años se hicieron todo tipo de experimentos,
a un coste altísimo de personal, medios y direcciones
medias para implantarlas. Las idearon unos iluminatis
que se tenían por ser los portadores del anillo luchando
contra la Tierra de Mordor, que éramos todos los profesores,
alumnos y familias. Los khermers rojos montaron su peculiar
guardia de Korps que enviaron a todos los colegios para implantar
su proyecto y asesorar al personal. El proyecto
era una amalgama copiada en parte otros proyectos de E.E.U.U.,
o de los que Estados Unidos quiso implantar en sociedades
educativas de cooperación en Sudamérica, y un
sofrito de copias del gobierno interno del opus, de las obras
corporativas, y de las mentes aceituneras de sus creadores,
bastantes de ellos agregados y supernumerarios (creo que sólo
había una numeraria, pero era un papiro del Qunram
que merecería un capítulo aparte). Parecía,
el proyecto, la piedra filosofal, el rien de rien, la Repoyé
de les enfants: se puso todo patas arribas, se implantó
sin que nadie entendiera nada, sin que nadie creyera en que
el paseo, los rincones del aula, los bits, el programa de
ayuda al desarrollo de la inteligencia (ADI) la ideóloga
sí que necesitaba que alguien le ayudara
a desarrollar su inteligencia, a escuchar, y a no crear expectativas
en familias con serios problemas en algunos de sus hijos,
dándoles, a un precio del patín de la baraja,
unas ilusiones de vendedor de crecepelo que pocas veces se
cumplían. Nadie entendía nada, pero el que se
movía no salia en la foto, así que la peña
se puso a rebufo en el pelotón y lo que fuera fuese.
Los Cursos de Orientación Familiar embarcaron a muchos
padres en otro proyecto muy estilo New Wage, New Age, y muy
¡ay, que potito es esto, que bieeeeeeen!!!. Algo entre
el lazito y el celofán, con mucho amor vedadedo, mucha
adrelanina sentimental, y con dos finalidades: sacar pasta
para la editorial que publicaba los libros de apoyo al curso
(se nos obligó a comprar esos libros de la colección
"Hacer familia" a todos los colegios para lectura
obligada de todos los profesores que, por cierto, también
debían de hacer un curso de orientación familiar,
asegurándoles que sería com un master que les
capacitaría para la orientación de los padres
en temas educativos, psicológicos, legales, médicos,
etc...). Lo que quedó claro, ante el mosqueo del personal,
era que había que comprar esos libros por decenas,
a cuenta del colegio y de los padres. La otra finalidad era
el proselitismo cara a las nuevos padres: un banderín
de enganche.
Esos cursos eran demenciales, ideados, curiosamente, por
la mente perversa de una especie de Hannibal Lecter que a
su vez era del Consejo de Administración de la editorial.
El curso de orientación familiar, que duraba una eternidad,
y costaba un pasote. Se basaban en la peregrina idea de aplicar
la Teoría Z japonuda sobre la organización de
empresas a la educación de los hijos. Semejante idea,
apoyada en los instintos guías y los
períodos sensitivos (términos que se nombran
como la fórmula magistral que no puede fallar jamás),
han llenado las consultas de los psiquiatras de este país
de padres de Fomento una vez terminado el curso y comprobar
que su niño/a es igual de lerdo que antes. Y también
que es igual de normal, o de desastre, que el del vecino de
urbanización que estudia en los jesuitas, o en las
Flageladoras de Alcañiz.
Pero, bueno, Fomento no se hunde, Fomento bucea.
Consecuencias de esa formación
Las consecuencias, los resultados de esa educación,
de esos modos, y de esa formación -sin pretenderlo-
resultan muy pobres y son legión las promociones de
inmaduros que vuelan por esos mundos.
No todos son así, pues la familia aporta más
de lo que pensamos, pero llama la atención cuantos
ex alumnos formados en el opus reniegan de esos modos. Basta
comprobar lo que cuesta que lleven a sus hijos a los colegios
que les formaron. Llamativo. No son pocos los que se quejan
de haber chocado, al llegar a la universidad, con otros mundos
que, en su ingenuidad, los tenían como demonizados;
descubrir, por ejemplo, que gente sin fe, o sin medios económicos,
o con otra manera de pensar, es bastante más mejor
que ellos en virtudes como el compañerismo, el dominio
de sí, la fidelidad, la seguridad en sus criterios
o el trato con su familia o amigos.
El espíritu que anima esa formación se basa
en la santificación del trabajo ordinario según
un sentido cristiano de la vida. Resulta muy atractivo; pero
en sí mismo ese espíritu, si se enfoca mal -y
sí se enfoca mal- puede crear mentalidades calvinistas.
Ya se sabe que el calvinismo tiene en su seno el sentido de
predestinación, de elegidos, y la mayor prueba de predestinación
es el triunfo económico, el reconocimiento social.
Así sucede en muchos alumnos de esos colegios, y en
sus familias: se tienen como elegidos para la gloria, algo
distinto, personas con muy poca sensibilidad social, con cierta
acritud y engreimiento a la hora de juzgar otras mentalidades,
otras culturas, otras economías familiares. Son muy
clasistas.
Dicen, los del opus, que son pobres (y lo dicen sin ningún
pudor, o sea, sin ponerse colorados), sin embargo, no sólo
viven en sus centros como auténticos marajás,
sino que animan a us chicos en los colegios a actividades
muy selectivas, y cuando no lo son, a sitios muy selectivos:
si hay que ir a esquiar se irán a Baqueira desde Madrid,
o Bilbao, si hay que aprender inglés volarán
a E.E.U.U... Inglaterra es para la plebe (ya no digo Irlanda).
Todo esto crea una mentalidad muy distante y lejana del mundo
real.
Son muchos las familias de nuevos ricos que les encanta apuntarse
a esa calesa de distinción, gente con la mentalidad
de "donde pago me cago", con complementos muy superficiales,
y muy horteras, y con una mentalidad que acepta muy bien eso
de que el trabajo bien hecho y santificado perfecciona al
hombre y la sociedad... cuando lo que entienden es por perfección
es su cartera. Soy bueno porque soy rico. La vida de esa gente,
de los hijos también, tiene algo de porcina.
Se me dirá que actualmente se realizan labores sociales
con chicos de esos colegios para despertar su sensibilidad,
se pueden dar nombres de varias ONG que so iniciativas de
clubs universitarios del opus, o activdades de colegios. No
es del todo cierto. La verdad es que el Papa en la beatificación
de Josemaría dio un palo más que fuerte a la
prelatura para que se hiciera eco de esa falta de sensibildad
y se reaccionó en poco tiempo a ese requerimiento,
pero los que lo saben, saben que es una patina muy superficial,
y algo farisaica.
Otra lacra en la formación que crea hornadas de inmaduros
es el subrayar en la educación de la Fe, y de la vida
cristiana el "hacer chicos piadosos". Se insiste
mucho en eso. Hasta la saciedad. Se entiende por piadoso un
ser humano que saluda al Santísimo al llegar al colegio,
que hace la visita al Santísimo después de comer,
que dice jaculatorias, que lleva la estampa de Escrivá,
o del Portillo, o de Montse, o de Zorzano; piadoso es un chico
que asiste con frecuencia a la Santa Misa, o que mira con
cariño una imagen de la Virgen que hay en el patio;
piadoso es el niño que reza el rosario en el mes de
mayo... pero se habla muy poco de virtudes. Es una formación
que, a la larga, choca con la vida real, cuando descubren
en la univesidad que se ha enamorado de una chica que no es
piadosa, que probablemente no va a Misa, pero que le da cien
vueltas en eso que se llama virtudes domésticas; o
cuando hacen amistad con uno que vive "arrejuntado"
con su novia y, encima, saca buenas notas, es buen compañero,
y parece feliz ("aunque seguro que no es felíz,
porque no puede ser..."). Esto pasa.
Otro charco en la formación: la educación en
la sexualidad. Está centrada sólo y exclusivamente
en normas morales muy rígidas. No hay parvedad de materia
-cuando la Iglesia afirma que hay componentes psicológicos,
genéticos, familiares, etc, que atenúan la culpa,
e incluso la disculpa-, pero no, para estos tipos la masturbación,
o el ver fotos malas en un quiosco, o traer revistas guarras
al colegio es un pecado mortal. Un pecado mortal, lo he oído
cientos de veces, que es clavar una espina en la cabeza de
Jesucristo, darle otra bofetada, matar el alma. No contentos
con eso -la verdad es que no caen en la cuenta-, bajan las
edades de formación sexual a límites algo atrevidos.
Perdida la batalla en los trece, bajaron a los doce, y ahora
andan en los diez.
Es una guerra declarada a Internet, que creo que sí
hay que hacer, pero basada sólo en rígidas normas,
códigos muy estrictos, que no tienen nada que ver con
el desarrollo de la afectividad, el conocimiento de quien
soy, etc, etc. Corregir estos modos es imposible, hoy por
hoy, y sé lo que digo. No hay ni la suficiente libertad
de espíritu (alguno por su cuenta la pueda tener),
pero desde luego a nivel institucional, imposible.
Yo lo intenté y el director de turno -que es la voz
de su amo- te escucha lo mismo lo mismo que la princesa de
Kent cuando va a entregar la ensaladera al ganador de Wimbledon
y antes charla con las dos filas de recogepelotas con una
sonrisa más falsa que que la de Ana Ibargituru cuando
dice eso de "¡Hola, corazones!"...
Yo no llevaría a mis hijos
Se podría escribir cienes y cienes de páginas
sobre los colegios de la opus; no es fácil: cada colegio
es un mundo, y cada persona también. Al que le gusta,
pues adelante, y al que no, pues lo mismo. Cada uno tiene
sus motivos. Hace tres años celebramos con un matrimonio
de supernumerarios el nacimiento de su primer hijo, nos preguntaron
en la cena a los dos subdirectores del colegio de esa ciudad
si llevaríamos a nuestros hijos al colegio que representábamos,
y contestamos sin dudar, los dos, que no.
Yo no les llevaría. Son muchas cosas las que te juegas,
y no son tuyas- al fin y al cabo los niños son los
protagonistas directos de esa educación. Entonces era
numerario... ahora con más motivo.
El problema no son las personas sino la institución.
Y puestos a concretar: hay muchísima diferencia entre
colegios de ciudades grandes y de provincias. El que lea y
sepa lo entiende. El nivel académico es bajo, se contrata
muy a la baja, gente con perfiles acomodaticios, con currículums
muy pobres. Son pocos los numerarios, agregados y supernumerarios
de prestigio que quieran involucrarse en esos colegios -por
no decir ninguno. Y se paga caro; los directivos, sobretodo
de obras personales, rotan cada dos o tres años, quemados,
amargados y con la sensación de haberse jugado con
ellos en nombre de "la voluntad de Dios". Las nuevas
direcciones tratan a los padres, a los hijos, y a los profesores,
como tontos que no saben nada. Involucran en aventuras sin
fundamento a la peña, con ilusiones estúpidas
y proyectos de "todo a cien". Se insiste mucho en
la formación espiritual- la suya-, pero el nivel académico
es muy, pero que muy bajo. Son colegios con fama de "Lourdes":
allí me curan al hijo tonto, al raro, al difícil.
No está mal ese prestigio, si lo consiguen, pero pagan
los que llevan desde 1º de primaria a us hijos y ven
como se les llena de morralla el aula en 3º, en 6º,
en 2º de la ESO, y en BUP. Se crece a base de gente que
lo que menos le interesa es el opus... si fuera un colegio
Moon sería lo mismo.
El curso que dejé el asunto nos invitaron a visionar
un vídeo hecho por profesionales, con actores y tal
y tal (un pastón de vídeo), donde se pretendía
reflejar la vida en un colegio de Fomento. La idea era proyectarlo
en todos los colegios a padres y profesores. El guión
era algo muy triste, pensado por gente (sé quién
lo ideó) que veía las relaciones personales
en blanco y negro: el típico profe de la opus supermajete,
que trata a los alumnos en plan preocupándose y con
buen rollete, que va de guays con los padres, que tiene afán
apostólico... y el típico profe que es un borde,
que no tiene ningún interés, que preceptúa
en los pasillos... Ignoro si ese vídeo se ha editado.
Nos opusimos bastantes, pero el sólo hecho de que se
hiciera ya es significativo.
Pero en ese vídeo no se trataba de un tema que a mí
me parece fundamental: el bajísimo nivel académico.
Al chaval medio de los colegios de fomento le cuesta mucho
conseguir centrarse en el mundo universitario.
Bueno, esto es lo que hay.
Quizás fui negativo. Quizás; salvo a las personas,
a todas. Hay quien piensa que el opus puede cambiar, lo dudo.
Porque donde no hay libertad la peña sólo puede
hacer dos cosas: o me busco un trabajo donde el opus no pinte
nada (que es lo que hacen los listos), o me aprieto a la ubre
de la institución- porque no hay más remedio-
y trago con todo.
La pregunta del millón: ¿de verdad alguien
sabe lo que es el Opus?. Yo creo que ni los que llevan
más años dentro se aclaran. Pero esto es un
tema para otro escrito.
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